Goya Kong es la consentida de la Arena Coliseo

GUADALAJARA, JALISCO (05/MAR/2014).- En el mundo de la lucha libre no solamente los gladiadores se convierten en los favoritos del público, también las chicas llegan a tener su lugar especial dentro de los aficionados al deporte del pancracio.

Goya Kong, hija del gran luchador Brazo de Plata también conocido como Súper Porky, es dueña de un gran carisma y de una calidad que, combinados, han hecho que los apasionados del deporte de los costalazos ya la tengan en un lugar especial en los encordados. Para muestra lo acontecido en este martes de glamour de la Arena Coliseo de Guadalajara, pues desde que apareció en el pasillo de las estrellas las ovaciones se dejaron escuchar y a cada paso que daba, le acompañaba un "¡eh, eh, eh!" que ella seguía rítmicamente.

La llamada Miss Simpatía estaba acompañada de Lluvia y Estrellita, quien a pesar de su gran atractivo y belleza, no pudo opacar los más de cien kilos de peso de la Goya. Sus contrincantes eran Amapola, Princesa Sugeith y la hermosa pero muy ruda Dalis. Nomás se escuchó la ocarina y la porra ruda se unía con la técnica, cosa raramente vista, para inundar el Cono de la calle de Medrano con el "¡Oe, oe, oe, oe, Goya, Goyaaa!" a lo que la curvilínea esteta agradecía con un movimiento de cadera.

Ese apoyo sin duda que motivó a la también líder de Las Mosqueteras del Diablo, quien ni tarda ni perezosa hizo ver las suyas a las marrulleras, con una serie de panzazos y caderazos que las dejaba fuera del ring, simplemente para que sus compañeras remataran abajo del ring side. La culminación llegaría con una imponente plancha por parte de la que fomra parte de la dinastía Alvarado Nieves, que mató tres rudas de un solo vuelo.

La afición ovacionó a su favorita, pero hizo que el odio de las rudas se fuera contra Miss Simpatía, que no se esperaba sufrir para las siguientes dos caídas; esto porque harían la artimaña del montonero sobre Goya y entre las tres la dejarían fuera para el segundo tercio, pues las otras técnicas no pudieron sin su gran aliada.

En la tercera caída, las rudas se llevaron la victoria con trampa por parte de Dalis, al usar las cuerdas en un toque de espaldas sobre Estrellita que no observó el réferi, lo que provocó la ira de Goya, quien inmediatamente agarró del cuello al juez y lo azotó. Pero el mejor reconocimiento fue el del público, que cin sus aplausos dieron como ganadoras a las científicas, que se despidieron con la mano en lo alto.

EL INFORMADOR / Rodrigo Velázquez