Germán, corazón de triunfador

GUADALAJARA, JALISCO (15/ABR/2011).- Hace 10 años, Germán Sánchez Sánchez llegó con su papá al campo de entrenamiento de futbol en la Unidad López Mateos, y ahí, en la fosa ubicada en la entrada, vio en acción al equipo Jalisco de clavados y confirmó que lo que él quería no era patear un balón, sino lanzarse a la alberca desde lo más alto de la plataforma.

Sus primeras “clases” de clavados se las impartió su padre, Germán, un entrenador de futbol, quien lo tomaba de los pies y lo ponía de cabeza en la alberca para luego soltarlo.

“Creíamos que tenía que llegar sabiendo clavados y por eso hacíamos eso”, cuenta la anécdota casi a carcajadas, y aunque el destino parecía negarle su ingreso al equipo, primero porque fue rechazado en la Dirección de Escuelas Deportivas que consideró que estaba ya grande para destacar sin nociones de gimnasia, y además, en su primer entrenamiento perdió a su mascota “Igu”, la iguana que lo acompañó en sus vacaciones y por lo que consideró que no era un buen augurio.

Pero lo que el destino le trajo fueron excelentes resultados que ahora tienen a este clavadista de 19 años como uno de los mejores plataformistas del mundo, campeón panamericano de la especialidad, finalista mundial y medallista internacional en clavados sincronizados.

“Todo fue muy rápido, quizá porque veía que todos estaban muy avanzados y eso me motivaba a alcanzarlos, porque a los 10 años ya estaban representando a Jalisco y algunos hasta pensando en ingresar al equipo mayor, así todo se fue rápido, en dos años estaba de medallista en la Olimpiada Nacional y seis años después en el equipo mexicano para los Juegos Olímpicos (Beijing 2008)”.

Con la delegación mexicana fue el más pequeño de los clavadistas, de hecho cumplió los 16 años en Beijing, la edad mínima para participar y aunque quedó fuera de las finales, la experiencia se convirtió en motivación.

“Puedes hacer un clavado hasta 300 veces en el día y cuando llegan este tipo de motivaciones como ir a unos Juegos Olímpicos sabes que valió la pena lo que entrenas a diario, y cuando termina la competencia son esas imágenes las que te mantienen otra vez en la plataforma”.

Después de los Juegos Olímpicos, Germán modificó sus rutinas y tuvo complicaciones con algunos clavados, pues la dificultad que sumó le agregó presión a su vida al darse a conocer que haría un clavado nunca realizado en el mundo, y aunque el intento le costó una fuerte caída en una competencia de Copa del Mundo en Berlín, tuvo el temple para salir adelante, reajustar sus series y colocarse de nuevo entre los mejores del mundo.

“Si algo tiene Germán, es temperamento”, expresa de él su entrenador Iván Bautista, quien con su técnica y apoyo moral lo ha llevado a las competencias más importantes del mundo.
“Recuerdo una caída muy fuerte que tuvo en Alemania, la verdad me asusté mucho, le pedí que ya no siguiera, y él, de favor me pidió continuar, quería terminar la serie de presentación, la terminó y se ganó el reconocimiento de los jueces y el mío como un deportista grande”.

Este año Germán Sánchez clasificó de nuevo al equipo mayor, considerado como potencia mundial. Arrancó el año con la serie de la Federación Internacional de Natación y comenzó una serie de conquistas en la modalidad de sincronizados, al lado de Iván García, que lo subieron al podio en la Copa de Rusia en marzo pasado, en la que ganaron el bronce, y hace unos días finalizó en cuarto lugar de la serie que reúne a los ocho mejores clavadistas del orbe.

Este fin de semana será su siguiente prueba en el Grand Prix que tendrá como sede a Inglaterra, para de ahí viajar a la fase final con sede en Guanajuato, México y en el que se definirá su destino rumbo a los Juegos Panamericanos de Guadalajara, al que calificarán de manera directa en caso de subir al podio.

“El Duva”, como lo conocen la mayoría de sus amigos en el Code Jalisco se relaja ante la presión, “es por lo que hemos entrenado el último año, pensando sólo en Juegos Panamericanos, estamos conscientes que estamos bien preparados, y lo que queremos lo podemos lograr con concentración”.

Su manera de disfrutar la vida es la de un joven con mentalidad de adulto. Con su primer premio económico se compró un carro deportivo “porque si uno se mata entrenando a diario, se merece un gustito”.

Su sueño es llegar al profesionalismo de los clavados, contratado por una gran empresa que lleva espectáculos internacionales de clavadistas que se lanzan desde 15 y 25 metros.
“Eso sería lo ideal, ya después de las competencias, estar en el mundo del espectáculo”.

Pero de lo que está completamente cierto, y agendado en su concentración, es que su próxima meta es representar a México en su propia casa, “todos los días, hasta el entrenador nos dice ‘vamos a hacer 11 series para pensar que estamos en Guadalajara 2011, vamos a hacer esto como si ya estuviéramos en Panamericanos y así todos los días”, estamos motivados, ansiosos ya de saltar en la plataforma de nuestra casa”.