Galia Moss zarpa desde Chile hacia México

SANTIAGO, CHILE (19/MAY/2013).- La velerista mexicana Galia Moss emprendió hoy la última etapa de su travesía marítima en solitario por América Latina, una iniciativa deportiva de apoyo a los estudiantes de escasos recursos de su país.
 
El capitán de puerto de Algarrobo, Felipe Berríos, le deseó, utilizando la jerga marinera, "vientos a un largo" para su navegación que la llevará primero a Callao, Perú, luego al archipiélago de Las Galápagos (Ecuador), y finalmente a Acapulco.
 
Así cumplirá la etapa final de su travesía "Vuelta a América Latina por la Educación", un proyecto que une navegación en su velero "El Más mejor II", y acción social a favor de niños desposeídos de su país.
 
Galia navega en solitario en el marco del proyecto "Solo levanta la mano" que agrupa a tres fundaciones benéficas mexicanas sumando millas náuticas, y las entidades ponen dinero para apoyar a niños de sectores modestos.
 
Por cada cinco millas de navegación, "Solo levanta la mano" apadrina un niño en un colegio de sectores pobres -de la educación fiscal- y entrega 250 pesos mexicanos para sus útiles y otras necesidades.
 
El balance hasta el día de hoy, según la página web de Galia que da cuenta de su aventura, indica que ha recorrido siete mil 740 millas, lo que se traduce en mil 548 niños apadrinados.
 
De vuelta al océano y con rumbo al norte más cálido, la navegante regresa a su rutina diaria de poner la posición en la carta náutica, controlar velas e instrumentos, tomar el timón de su velero y escuchar el ruido del aire, del mar, del velamen y de su nave.
 
El velero "El Más mejor II" es un crucero regatero oceánico de 10.5 metros de largo (35 pies) y cuatro metros de ancho (eslora), con dos quillas, "lo que lo hace más estable pero no tan rápido", dijo Galia a Notimex.
 
La nave fue construida en el 2012 con un costo de 220 mil dólares, en madera de balsa en los astilleros RM Yachts, de La Rochette, Francia.
 
Antes de zarpar, Galia Moss escribió en su página web: "me siento lista para volver en solitario al océano. Con el frío que hace me emociona saber que cada milla me acercará al calor".
 
Y agregó, "cada milla me acercará a mi siguiente destino y seguramente cada milla llevará consigo todo lo aprendido en tierra en los últimos meses".