GUADALAJARA, JALISCO (08/MAR/2017).- El ascenso de Johana ha sido meteórico, pues con sólo dos años practicando el atletismo para ciegos y débiles visuales, ya se ganó un lugar en la Selección paralímpica juvenil de México. Sin embargo, no todo es felicidad al haber encontrado rápido el éxito, pues el conseguir los materiales necesarios para practicar su deporte se ha vuelto un verdadero dolor de cabeza para la joven de 15 años y su familia.Se llama Johana Alejandrina Ramos Aceves y vive con su abuela, quien es su mayor sustento y ahora ha tenido que buscar recursos para poder brindarle lo mínimo necesario para su disciplina, es decir, calzado especial, rodilleras o uniformes; esto cuando tiene en puerta el próximo Campeonato Parapanamericano Infantil y Juvenil de su especialidad, en Brasil. Lucía Aceves González, conocedora de la situación al ser tía de la atleta, detalló el esfuerzo que a diario realiza la abuela de Johana para acompañarla a sus entrenamientos a las instalaciones del Code Jalisco y, de paso, atender la tortillería que se ha vuelto el único sustento para la familia.“Su abuela la apoya desde la mañana al llevarla al Code, en cuestión económica su abuelita también es quien aporta. Sus compañeros de escuela quedaron de recaudar algún dinero para apoyarla, es muy dedicada en su estudio. Su abuela se la ve muy difícil, de hecho Johana necesita unos tenis especiales para su deporte, pero son un poco caros y no se le han podido comprar. Pediría a la gente del Code que la apoyaran al 100, porque ella le está echando muchas ganas y que les cumplan lo que les dicen, muchas veces no les cumplen”, compartió.Por su parte, Johana afirma que su máxima pasión es el atletismo y en él ha encontrado una forma de sobresalir de manera brillante, pero también reconoce que las becas otorgadas por las autoridades deportivas estatales no han sido de gran ayuda.“Este último selectivo en México para el Panamericano sí me lo pagaron todo, pero en 2015 lo tuve que pagar yo, esa vez gastamos más de dos mil 500 pesos. A veces necesitamos materiales como licras o tenis. Del Code me llega una beca por cada oro de Paralimpiada Nacional, pero a veces se retrasa y la dan cada dos meses. Sí nos dan el dinero, pero no se siente”, señaló la atleta tapatía.El calzado con el cual Johana se desempeña en el atletismo, al ser de características y materiales específicos, tiene un valor en el mercado que supera los mil pesos e incluso va hasta los más de tres mil pesos, dependiendo la marca.Pensando solamente en lo deportivo y olvidando cualquier carencia o problemática, Johana se mostró entusiasmada por debutar con la Selección mexicana, pues afirma que siempre había sido su sueño.“Me tiene emocionada y nerviosa, no quiero que me vayan a ganar o algo así. Mis entrenadores me dicen que tengo muchísimas posibilidades de hacer algo grande porque soy muy joven y tengo buenas marcas. Representar a mi país y ganarles es lo que tengo en mente, ahorita soy la mejor juvenil y apenas será mi debut internacional”, finalizó la multimedallista de Paralimpiada Nacional.Apoyo incondicionalJohana es estudiante de tercero en la Secundaría 8 Mixta, y ha sabido combinar la práctica del deporte con el estudio.Al darse cuenta de los logros de la atleta en las pistas, profesores de Johana se organizaron para apoyarla y darle una mano para que logre alcanzar sus metas.Conociendo la necesidad económica de la joven deportista, los maestros lograron un convenio con una empresa de galletas y se dieron a la tarea de vender sus productos, y un porcentaje de las ventas se le entregará a Johana para que pueda enfocarse sólo en lo deportivo en su travesía por Brasil.Formación académica y apoyo en su carrera deportiva, dos tareas que los profesores de la 8 Mixta han tomado como bandera para llevar a su alumna a lo más alto.Una sociedad doradaParte importante del éxito de Johana es la sociedad que ha forjado con su guía Adrián Márquez, pues literalmente de su mano es que ha podido ser una de las mejores atletas de su categoría a nivel nacional.La jalisciense reconoce que Adrián es un compañero exigente, pero gracias a eso es que ha podido desempeñarse al máximo. “En cuestiones de entrenamiento sí nos exige mucho, no te da oportunidad a que aflojes y eso es importante porque a veces uno ya no quiere seguir y se necesita quién te recuerde por lo que estás entrenando. Ya fuera del entrenamiento nos la llevamos muy padre, es muy sana la convivencia entre nosotros y todo el equipo”.Johana, quien entrena en el Code bajo las instrucciones del entrenador Gabriel Mesquita, se desempeña en la prueba de los 800, 1500, 3000 y 5000 metros.EL DATO Viaje en puertaSerá el próximo 14 de marzo cuando Johana parta a Brasil con la Selección mexicana. Ya en territorio brasileño, ella y los demás seleccionados entrarán en actividad entre los días 20 y 24.