Esperan cinco horas a los campeones del Ascenso MX

GUADALAJARA, JALISCO (01/DIC/2013).- De pronto, todas las miradas se dirigieron hacia el lado izquierdo. Eran las 3:22  horas y el camión que transportaba a los jugadores de la UdeG se detuvo a una cuadra del Paraninfo. Poco más de cinco horas antes el equipo melenudo había ganado la final del Ascenso MX en Aguascalientes.

Ese autobús no sabía de tiempos, pues lo mismo llegaba en media hora y media hora después llegaba en cincuenta minutos, o de pronto ya le faltaban tres minutos y cinco después le faltaban 10.

Mientras, el DJ de la cervercera que patrocina alos Leones Negros, hacía malabares con los ritmos para mantener el suspenso entre los poco menos de dos mil asistentes que soportaban los siete grados de la helada madrugada tapatía con descargas de ska y cumbia villera.

Pero el momento que todos esperaban había llegado. El trofeo de campeón del Clausura 2013 de la Liga de Ascenso asomaba por la puerta del autobús y, como si se lo hubiera robado, era transportado a toda velocidad por Humberto Hernández hasta el templete destinado para los Leones Negros.

Ahí, la euforia contenida desde las 22:30 horas, cuando empezaron a llegar los primeros aficionados a Rectoría, se desató por completo mientras el "Gansito" Hernández brindaba el trofeo conquistado en la tierra de los Rayos.

Poco a poco lo alcanzaron el resto de sus compañeros y entonces surgió el grito, mitad promesa, mitad ilusión: "¡Nos vamos a Primera, nos vamos a primera!", aseguraban jugadores y afición.

Volaron camisetas que los jugadores regalaron a su afición. Aparecieron los gurús: "Yo dije desde el principio que íbamos a ser campeones", dijo en el micrófono el "Jesse" Palacios; los animadores fallidos, como Rodrigo Folle que quiso hacer entonar al público una canción que sólo él se sabía. Y en tiempos de FIL también aparecieron los eruditos del lenguaje: "Gracias a todos por esperarnos", dijo el goleador Pepe Cruz cuando le pasaron el micrófono.

Estos Leones Negros no saben de glamour. Apenas bajaron del estrado varios aficionados ya los esperaban para la foto. El "Quesos", Folle, Palacios o Esqueda se abrazaban con el público como si se conocieran de años. "Gracias por todo", se decían mutuamente.

Para las 4:10 quedaban muy pocos aficionados en el área de Rectoría y el Paraninfo. Los pocos que aún estaban tenían un nuevo grito de guerra: "¡Todos a la curva, todos a la curva!".
 
EL INFORMADOR / MARIO VALDEZ