GUADALAJARA, JALISCO (29/AGO/2016).- Hubo lágrimas, pero también emotividad y alegría. El clavadista tapatío y medallista olímpico en Río 2016, Germán "Duva" Sánchez fue recibido en su llegada a suelo tapatío tras su aventura en la máxima justa deportiva del mundo, en la que logró la segunda presea olímpica de su carrera.En punto de las 15:30 horas, el vuelo procedente de la Ciudad de México aterrizó en el Aeropuerto Internacional Miguel Hidalgo, mientras que a las afueras de la terminal aérea un grupo de más de 200 niños del Code Jalisco, así como medios de comunicación y familiares del "Duva" esperaban con ansía su llegada.Los gritos de "Sí se pudo" irrumpieron en el ambiente justo cuando el deportista cruzó la última puerta para encontrarse con sus padres. La multitud volvió a gritar al ver a su ídolo a las afueras del inmueble y los acordes del mariachi con la popular canción de "El Rey" sonaron justo en el momento en que Germán salió a la luz.Los cientos de niños que aguantaron su arribo corrieron con la intención de abrazarlo, de conseguir la foto del recuerdo o la firma de quien ha sido su ejemplo a seguir. Sánchez no pudo contener las lágrimas de emoción y visiblemente conmovido fue alzado en hombros, no sin antes mencionar que este era uno de los mejores instantes de su vida."Fueron muchos años de esfuerzo, de sacrificio, tuve lesiones, me recuperé, soporté el dolor y al final, el resultado es esta medalla. Definitivamente es el mejor momento de mi vida y quiero disfrutarlo al máximo", comentó.El festejo y la euforia continuaron cuando Germán Sánchez miró al cielo y saludó a los presentes para luego besar el metal plateado que colgaba en su pecho. Entre el griterío de los ahí presentes y el vitoreo de los jóvenes atletas, el clavadista tapatío abordó un autobús turístico que lo traslado a las instalaciones del Code Jalisco, no sin antes pasar por La Minerva, el emblemático y tradicional sitio de Guadalajara en el que se acostumbra festejar al triunfador.A su llegada al recinto deportivo, el "Duva" fue recibido con otro baño de aplausos. Los abrazos de amigos, entrenadores, personal de todas las áreas y más niños y jóvenes deportistas volvieron a entrar en escena. Mientras que la algarabía continuaba, Germán Sánchez Sánchez aseguró que el sorpresivo recibimiento pasó por su mente, aunque nunca se esperaba algo tan emocionante.Con la humildad que lo ha caracterizado a lo largo de su carrera, el "Duva" agregó que una medalla olímpica nunca lo ha hecho ni lo hará perder el piso, ya que para él, lo importante es el trabajo diario que lo ha llevado a triunfar."Me lo imaginé, no recuerdo a quién le comenté, pero le dije 'imagínate que llegue y me lleven en una camioneta a recorrer todo Chapala'. Hoy se me cumplió un sueño, comparto este momento con los que tenía que haberlo compartido, con los que estuvieron en las buenas y en las malas. Es mi estilo de vida, tengo bien en claro que esto no es nada, simplemente es un metal, te abre puertas en algunas ocasiones, pero el día de mañana nada te asegura que volverás a ser medallista olímpico, tienes que trabajar y todos los días dar lo máximo de ti", comentó. Con la voz entrecortada, Germán añadió que su entrenador Iván Bautista Vargas le pidió que disfrutara al máximo su última competencia y al final fue el primero en reconocerlo cuando los resultados de su último clavado lo avalaron como medallista olímpico."Me dijo que me soltara, que lo disfrutara porque eran mis últimos seis clavados de la competencia, era la última, no había mucho qué pedir, sino de hacer lo que sabes, él sabía que ya no me podía pedir más. Cuando salgo de la fosa me abraza y me dice 'te lo mereces, haz trabajado mucho'", concluyó."Mi papá me mandó un mensaje con la historia de un niño, un niño que quería aventarse clavados, aquel niño no sabía nada de Juegos Olímpicos y Campeonatos, al final esa historia es la mía, porque simplemente disfrutaba saltar y eso fue lo que hice en los últimos días de la competencia, disfrutarlo".EL INFORMADOR / FELIPE ROMERO