Ensayan el estrés panamericano

GUADALAJARA, JALISCO (11/OCT/2011).- Esta nota se comenzó a escribir desde arriba de uno de los camiones que forman parte de la movilidad panamericana, y sirve sólo para una cosa: medir el estrés citadino a 72 horas del inicio de los Juegos Panamericanos. Al final veremos qué poco han servido los carriles Panamericanos, porque nadie los respeta; y llegaremos tarde al Estadio Omnilife para ver el ensayo general de la inauguración de los Juegos Panamericanos.

1.-Son las 3:45 de la tarde. El punto de partida es la Plaza de la Liberación, en el corazón de la ciudad. Llegar caminando al Parque Revolución ha costado trabajo y es que hoy por la tarde los puestos que venden garnachas, recuerdos y chácharas en con motivo de la Romería ya se han instalado. De los 15 minutos en promedio que se hacen, ahora se han hecho 30. Total: 15 minutos.

2.- Seis hombres de bata blanca salen de la estación Juárez del tren ligero. Sudados y nerviosos se brincan la fila del Pretren, uno de los camiones que lleva a los alrededores del Estadio Omnilife. Los médicos dicen que van tarde, que llevan su acreditación. Que ya son las 4:15 y si no están a las 5 de la tarde, más de alguno saldrá regañado. Entre un simple mortal y un médico acreditado, está la disyuntiva. El guardia de seguridad no lo piensa, detiene la fila y los deja pasar. 15 minutos más en esperar el siguiente camión. Total: 30 minutos

3.- Ya arriba del camión rojo hay que aguantar olores, sudores y empujones. Todos quieren llegar a no sé dónde, porque a muy pocos se les ve un boleto para el ensayo de la inauguración (cuando se les pregunta a los pasajeros dicen que sus boletos fueron cortesía, aunque Jaime López se lo compró a un amigo por 500 pesos).

Sobre Vallarta y Chapultepec el autobús zigzaguea, niega el servicio porque acá adentro ya nadie cabe. Y detrás de las ventanas se ven automóviles detenidos cuyos conductores hablan por celular, quizá para avisar que hoy llegarán tarde a donde quiera que vayan. De Federalismo a la Minerva son 12 minutos más. Total: 42 minutos.

4.- "Y así se va a poner esto o quizá peor" dice José Duarte, un pasajero que lleva a su chica al Estadio Omnilife. Tiene un par de boletos que los saca sin quererlos enseñar demasiado. Después de cruzar la Minerva hay más camiones con el letrero de Omnilife. Se han instalado una patrulla de la policía de Guadalajara por cuadra, un carril exclusivo que nadie respeta, tres patrullas de policías federales queriendo circular a mayor rapidez y muchos oficiales de tránsito con la cara de asustados: saben que de La Minerva a Los Cubos no es normal hacer 25 minutos. Total: 67 minutos

5.- Rafael Sanzio y Vallarta es un refugio donde el estrés nace por todos lados. Aunque todos los camiones que llegan ahí se paran porque el tráfico es lo que dicta, ninguno abre las puertas porque están repletos. Y la parada del camión es un hervidero de gente molesta que se sienten tan cerca y tan lejos. Mientras los carriles centrales se empiezan a despejar, los laterales a congestionar. Muchos automóviles buscan los estacionamientos Park & Ride que se han colocado en las alrededores de los estadios panamericanos. De los Cubos a Periférico se suman 20 minutos más de estrés. Total: 87 minutos.

6.- Parece que en Vallarta, una vez arriba del transporte Panamericano (que puede tardar entre 15 y 20 minutos) la cosa está solucionada. Pero no pasa lo mismo sobre Periférico. A vuelta de rueda, en el sentido que va hacia Guadalupe, hay que llenarse de más paciencia. Carros, autobuses, camiones de transporte público, todos por igual no van a más de 20 kilómetros por hora.

En el puente de Vallarta, la unidad de la Secretaria de Vialidad V-919 ha montado un radar de control de tráfico. Faltan 60 minutos para que inicie el ensayo y el clima sigue gris por el huracán "Jova". Entre la espera de 20 minutos, más otros 20 minutos en llegar al estacionamiento del estadio se suman 40 minutos.

Total: 127 minutos de estrés son los que se engendran por un carril exclusivo que nadie respeta. Porque es la primera de dos inauguraciones de los Panamericanos, y quizá porque en esta fiesta todos pensaron desde hace años en estadios pero no en cómo llegar a ellos.

Poco más de dos horas donde hay que aguantar, sacar la tolerancia que nos resta, apretar los puños para adentro y evitar los "claxonazos", porque, por más que el pitido suene, la velocidad para llegar al estadio no mejorará mucho.

El viernes las vialidades pueden mejorar; pero no es garantía.

PD: Si de verdad quiere llegar en coche hasta los terrenos más cercanos al Omnilife, llénese de algo más que paciencia, tolerancia y valor. De Concentro a la Avenida Aviación, sobre Vallarta, se hacen otros 25 minutos. Total: 152 minutos.

EL INFORMADOR / OMAR GARCÍA