El secretario de FIFA visitará Brasil la próxima semana

BRASILIA, BRASIL (027ABR/2012).- El secretario general de la FIFA, Jérôme Valcke, acudirá a una audiencia en el Senado de Brasil la semana que viene, en su primera visita al país después de la polémica que protagonizó con el Gobierno, informaron hoy fuentes oficiales.

Valcke fue designado por la FIFA como su representante para una audiencia sobre el proyecto de ley que va a regular todo lo referente a la organización del Mundial de futbol de 2014, que está prevista para el próximo día 11 en la comisión de Educación, Cultura y Deporte.

El secretario de la comisión del Senado, Julio Linhares, explicó hoy a periodistas que la invitación fue cursada al presidente de la FIFA, Joseph Blatter, pero el organismo designó en su lugar a Valcke.

El mes pasado el Gobierno brasileño vetó a Valcke como interlocutor para la organización del Mundial por unas declaraciones que consideró "ofensivas", en las que criticó los atrasos en las obras para el Mundial y en la aprobación del marco legislativo.

Valcke dijo que Brasil debería recibir "una patada en el trasero" para comenzar a tomarse en serio los preparativos, situación que provocó una fuerte reacción del Gobierno.

La FIFA se disculpó por carta y después Blatter zanjó el malentendido con una visita a la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff.

La semana pasada el Congreso brasileño aprobó el proyecto legislativo del Mundial y ahora, el texto va a ser analizado por tres comisiones del Senado y después por el plenario de la cámara alta.

El punto más polémico es la liberación de la venta de cerveza en los estadios, algo que la FIFA exige por un contrato que tiene con un patrocinador y que en Brasil está prohibido para evitar peleas entre aficionados.

Para cumplir su compromiso con la FIFA, la cámara baja decidió suspender temporalmente el Estatuto del Hincha, un conjunto de normas que prohíbe el ingreso de bebidas alcohólicas a los estadios de todo el país.

No obstante, al no permitir expresamente la venta de cerveza, la FIFA podría tener que negociar con varios gobiernos regionales donde existen legislaciones locales que también prohíben el alcohol en los recintos deportivos.