RÍO DE JANEIRO, BRASIL (21/AGO/2016).- El mítico estadio Maracaná y miles de personas en todo el mundo fueron testigos del apagado del fuego del pebetero olímpico de Río 2016, ante el canto romántico, nostálgico de Mariene de Castro. Mientras la escultura quinética creada por Anthony Howe para acoger la llama Olímpica en los Juegos de Rio 2016 gira, es bañada por agua para disminuir el fuego hasta que se apaga totalmente, para provocar los aplausos y finiquitar el adiós de Río 2016. Histórico fue el pebetero de Río 2016, que se convirtió en uno de los mayores atractivos turísticos de la ciudad de Río de Janeiro. Miles de personas se acercaron cada día a la histórica iglesia de la Candelaria, en el centro de esta ciudad para ver el sol, figura que se apreciaba en este original pebetero. Incluso por vez primera, la llama olímpica estuvo presente en un estadio, pero donde no se efectuaron las pruebas del atletismo, cuando era una tradición que el fuego fuera testigo de cada una de dichas pruebas. Momentos antes, el presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Thomas Bach, calificó este domingo de "maravillosos" los Juegos Olímpicos de Rio de Janeiro 2016."Fueron unos Juegos maravillosos, en la ciudad maravillosa", declaró Bach en el discurso de clausura de sus primeros Juegos al frente del ente rector del olimpismo."Durante los últimos 16 días, un Brasil unido animó al mundo, en estos tiempos difíciles para todos nosotros", afirmó el presidente del COI.Y dirigiéndose directamente a los 200 millones de brasileños: "Ustedes tienen muchas razones para estar orgullosos. Estos Juegos Olímpicos han demostrado que la diversidad es un enriquecimiento para todo el mundo"."Estos Juegos Olímpicos dejan un legado único para las generaciones venideras. La historia hablará de un Rio de Janeiro antes y un Rio de Janeiro mucho mejor después de los Juegos Olímpicos", agregó.Con información de AFP