El factor Donovan en Sudáfrica

PRETORIA, SUDÁFRICA (24/JUN/2010).- ¿Qué haría Estados Unidos sin Landon Donovan? Para empezar, no estaría en los octavos de final de la Copa del Mundo. Pues además de anotar el gol del boleto ayer ante Argelia, el volante de 28 años también hizo uno de los tantos en la remontada estadounidense para empatar 2-2 con Eslovenia, en el segundo partido de Sudáfrica 2010.

"He pasado por mucho en estos cuatro últimos años’’, dijo Donovan a punto de llorar. "Estoy muy satisfecho de que haya terminado así. Cuando uno trata de hacer las cosas de la forma correcta, es bueno tener la recompensa".

Lo de Donovan ya no debería sorprender. Después de todo, es el líder indiscutido de la Selección de las Barras y las Estrellas, disputa su tercer Mundial y es ampliamente considerado como el mejor futbolista estadounidense.

Lo conocen como el Capitán América

Encarna a la perfección lo que es ser un estadounidense: ganador, disciplinado y odiado por quienes no lo aman, porque se ha dado el lujo de guiar a su país a tres Copas del Mundo, y hasta orinar en la cancha del Estadio Jalisco en febrero de 2004, durante un entrenamiento en el Preolímpico rumbo a Atenas.

Landon Donovan es el superhéroe del futbol de Estados Unidos.
 
Él es el precursor del proyecto de su país para ser en el mediano plazo los reyes del Mundo en el futbol soccer.

Al menos ayer, su gol les dejó con vida en el Mundial de Sudáfrica.

De un talento soberbio es capaz de poner el pase mortífero para el gol de sus compañeros o ser él mismo el verdugo de los arqueros.

Su récord como mejor pasador y anotador en la historia de su selección le ha valido el apodo de “Capitán América”.

Con su calvicie paulatina y rasgos veteranos que lo hacen ver mayor a sus 28 años, ya ha demostrado su inmortalidad como símbolo del cuadro de las barras y las estrellas, en una disciplina antes ignorada por sus compatriotas.

Le ha puesto un sabor distinto al llamado soccer

Pareciera mentira que un jugador de 1.78 metros de estatura pudiera ser toda una figura del deporte de su país, acostumbrado a los gigantes del basquetbol y el futbol americano, pero en verdad lo es. En la playera de México, Donovan tiene a un archirrival.

Le hace goles, se atreve a jugar con influenza A H1N1 en el mismísimo Estadio Azteca y se mofa de sus jugadores con declaraciones punzantes en su español con acento anglosajón que tanto ha irritado a los mexicanos en los últimos tiempos.

“En Sudáfrica, le volveríamos a ganar al Tri, aseguró previo al Mundial, recordando que él fue uno de los artífices con un gol de la derrota más dolorosa en la historia del futbol mexicano en Corea/Japón 2002. Pero Donovan es un tipo que no conoce de límites. Además de la experiencia de haber jugado en clubes como el Everton, Bayern Munich y el Galaxy de los Ángeles, ya grabó comerciales de quinielas deportivas disfrazado de “mojado” y se le ha relacionado con un club perfecto para su carácter que resulta insoportable: el América.

Ahora está en su plenitud de facultades y quiere llevar con su técnica y cualidades sobrenaturales a Estados Unidos más allá de los cuartos de final de la Copa del Mundo, como lo hizo en 2002.

Quiere la revancha de haber decepcionado con su selección en Alemania 2006, donde ni siquiera superaron la primera ronda. Y como un personaje de historieta, ahora vuelve más fuerte, más hábil, más letal y con ansias de vencer a cualquier rival por más fuerte que éste sea... para ser más odiado aún.

Donovan es el máximo artillero en la historia de la Selección estadounidense con 44 goles, incluyendo uno en el triunfo 2-0 contra México en el Mundial de Corea/Japón 2002, para avanzar a los cuartos de final de ese torneo.

Frase
''Todavía no estamos acabados. Creemos. Estamos vivos ''.
Landon Donovan, atacante de EU.