El 'Volcán' hizo erupción

MONTERREY, NUEVO LEÓN (11/DIC/2011).- Euforia total se vivió en el estadio Universitario, la afición de Tigres convirtió en un verdadero hervidero el inmueble por el título que obtuvieron los 'felinos' en el Torneo Apertura 2011, al derrotar 3-1 (4-1 golbal) a Santos Laguna en la final.

Desde horas antes, miles de personas llegaron al inmueble con el sueño intacto de ver a los universitarios coronarse una vez más, después de 29 años de sequía, ya que la última corona fue en la temporada 1981-1982 bajo las órdenes del técnico uruguayo Carlos Miloc.

Las gradas paulatinamente se llenaron hasta quedar a tope y en el transcurso del arribo de la gente ya se escuchaban los gritos de aliento por parte de los aficionados de Tigres, que se mantuvieron estoicos a pesar del intenso frío que se dejó sentir en la ciudad.

Al arranque del encuentro, aparecieron mantas enormes en la sección de la porra Libres y Lokos y en otras tribunas del estadio, mientras los demás ondeaban sus banderas y globos color azul y amarillo.

El apoyo fue incesante, pero cuando Lucas Lobos falló un penal las tribunas enmudecieron y posterior a ello cayó como balde de agua fría la anotación de Santos, por conducto de Oribe Peralta, a los 30 minutos.

La fe, sin embargo, permaneció intacta, aunque el nerviosismo se apoderó de los fanáticos de los locales, quienes estuvieron a la orilla de sus butacas en la espera del ansiado gol, que no llegó durante la primera parte.

Al arranque de la segunda mitad, el impulso fue incesante y ensordecedor fue el cántico al unísono de 'íVamos Tiguerees (sic), te quiero ver campeón, otra veeez!'.

Cuando cayó el gol de Héctor Mancilla, a los 51 minutos, el Universitario se convirtió en un verdadero manicomio y surgió el cántico de 'íMancigol, Mancigool, vamos Mancigool…!'.

Las porras y palmas surgieron en las gradas y también se entonó el ya clásico 'ícómo no te voy a quereeer, cómo no te voy a quereeer, si ya te aguanté un descenso, te llevo en la sangre, te llevo en la piel, cómo no te voy a quereeer…!'.

Ya con el dominio de los 'felinos', todo fue felicidad y más cuando Danilo Verón 'Danilinho' y Alan Pulido marcaron los otros dos goles del encuentro, que sentenciaron el triunfo.

Al silbatazo final surgieron los juegos pirotécnicos, mientras los hinchas brincaban y celebraban con sus jugadores el tan ansiado título del futbol mexicano.

En las tribunas del estadio Universitario todo fue festejos y cánticos, alegría total y no era para menos, saborearon las mieles de la victoria y vieron coronarse a su equipo después de casi tres décadas de no hacerlo.