El Tridente del Infierno domina el martes de glamur

GUADALAJARA, JALISCO (27/JUN/2012).- De poco sirvió el apoyo de la afición que se dio cita en la Arena Coliseo de Occidente hacia el Súper Porky y sus aliados, ya que los Hijos del Averno sacaron el colmillo largo y retorcido para derrotarlos en tres caídas, en lo que fue la lucha estelar del Martes de Glamur.

Porky, quien iba acompañado de su sobrino La Máscara, además de Máscara Dorada; enfrentaron al Averno, Mephisto y Volador Jr., quienes dieron una espectacular batalla que dejó satisfechos a los presentes.

Desde el arranque de las hostilidades, la gente se le entregó al Brazo de Plata, lo que molestó a los villanos. El Porky comenzó a hacer de las suyas y parecía que llevaría a los suyos al triunfo en el inicio, pero Volador aprovechó un pequeño descuido para azotar al técnico contra la lona y ponerle espaldas planas, a lo que no se recuperó el esteta y como era el capitán, terminó cediendo la primera caída.

Pero los científicos no se iban a quedar con los brazos cruzados, por lo que tomaron el control del segundo tercio de la lucha y no lo soltaron: vuelos al unísono sobre la tercera cuerda entre Máscara Dorada y La Máscara, sobre Mephisto y Volador. Quedaron sobre el ring Porky y Averno, luego de un juego de cuerdas, el Brazo, con un abrazo de oso azotó al rey de los abismos para dejarlo fuera con el toque de espaldas.

Con esto llegaba la caída final y ninguna de las dos tercias cedía en sus intenciones de llevarse la victoria. Los rudos hicieron la artimaña del montonero sobre la Máscara pero éste aguantó estoicamente. La recuperación llegó a cargo del Porky, quien con tremendos panzazos sacaba a sus rivales del ring, el que terminó pagando los "platos rotos" fue el depredador del aire, ya que soportó el peso del de Plata cuando voló a las afueras del ring.

Dorada y La Máscara tenían el triunfo en sus manos sobre Mephisto y Averno, dando una gran lección de acrobacias sobre el rombo de batalla, sin embargo las cosas no les salieron, ya que cuando pensaban llevarse a los rudos con la huracarrana, éstos se pusieron vivos y aplicaron un doble rompe cara del que ya no se levantaron, quedando eliminados luego de tres palmadas.