Jueves, 10 de Octubre 2024
Deportes | Autoridades prometen una instancia oficial estatal para 2014

Dopaje en Jalisco: nadie sabe, nadie supo

No existe una instancia oficial estatal para combatir el uso de sustancias ilegales; las autoridades la prometen para 2014

Por: EL INFORMADOR

La Coordinación de Dopaje tendrá entre sus funciones la difusión de información sobre las sustancias dopantes entre los atletas. ARCHIVO /

La Coordinación de Dopaje tendrá entre sus funciones la difusión de información sobre las sustancias dopantes entre los atletas. ARCHIVO /

GUADALAJARA, JALISCO (31/AGO/2013).- En Jalisco no hay ninguna instancia ni presupuesto para combatir el dopaje. Tampoco existen cifras del número de atletas que han salido positivos en los últimos años. Sin embargo, el doctor Juan Ricardo López, Subdirector de Activación Física del Consejo Estatal para el Fomento Deportivo y el Apoyo a la Juventud (Code), asegura que ya se aprobó, la semana pasada, el organigrama para crear una Coordinación de Dopaje, misma que presuntamente empezará a funcionar en 2014.

“Con la colaboración de la Conade estamos metiendo la solicitud de un presupuesto para poder evaluar y hacer exámenes a los atletas para que sepan a lo que están expuestos… Actualmente no existe corresponsabilidad del atleta ni de las federaciones, toda la responsabilidad se deposita en la Conade”.

La Coordinación de Dopaje tendrá entre sus funciones la difusión de información sobre las sustancias dopantes entre los atletas y padres de familia; llevar un control más estricto con los atletas de alto rendimiento y por último, la creación de políticas públicas.

“Tenemos que ser abiertos, no podemos seguir ocultando el problema”, concluye el subdirector del Code.

De acuerdo con el doctor López, el aumento del uso de sustancias dopantes en los últimos años se debe principalmente a que los deportistas “quieran ser campeones”, pero también a la desinformación y al medio contaminado.

Un problema con historia

La práctica de mejorar el desempeño físico a través de la ingesta sustancias es tan vieja como el deporte. Los antiguos atletas griegos sometían sus metabolismos a dietas especiales y pociones estimulantes para fortalecerse.

Los incas masticaban hojas de coca para incrementar su rendimiento al hacer trabajos extenuantes. Los guerreros nórdicos ingerían hongos antes de salir a batalla para mitigar el dolor. Durante el siglo XIX,  la cafeína, cocaína, estricnina, y alcohol eran usados por ciclistas y atletas de resistencia. En 1904, Thomas Hicks ganó el oro en el maratón con la ayuda de inyecciones de estricnina y dosis de brandy.

De acuerdo con la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) —encargada de coordinar la lucha contra el dopaje en el deporte a escala internacional— para los años veinte se “había vuelto evidente restringir el uso de drogas en el deporte”. Pero fue hasta 1959, cuando científicos de la Universidad de Harvard probaron que los nadadores de corta distancia a quienes suministraron anfetaminas nadaron más rápido que quienes recibieron un placebo, se trató entonces del primer experimento en comprobar los efectos fisiológicos de las drogas en el deporte.

Primer caso olímpico


En 1964, el Comité Olímpico Internacional prohíbe el uso de sustancias dopantes en los Olímpicos e introduce pruebas en los atletas. En los Juegos de México 1968, fue descalificado el primer atleta por utilizar etanol, el sueco Hans-Gunnar Liljenwall. Desde entonces, se han desarrollado métodos impensables para llevar el cuerpo humano más allá de los límites posibles: agentes anabolizantes, hormonas peptídicas, moduladores hormonales, diuréticos y agentes enmascarantes, narcóticos, canabinoides, beta bloqueantes, alcohol, estimulantes, hasta la manipulación de la sangre o el uso de células genéticamente modificadas.  

Si anteriormente las anfetaminas eran el gran temor de las autoridades del deporte, hoy el dopaje genético se ha convertido en el método más avanzado para ocultar el consumo de sustancias prohibidas que incrementan el flujo de sangre y oxígeno a través de varios genes, entre ellos, el ACTN3, que permite la regeneración rápida de fibra muscular o el gen de la hormona eritropoyetina (EPO), que aumenta la producción de hemoglobina en la médula espinal. Otros métodos, como el dopaje sanguíneo, se basan en las transfusiones de sangre para modificar la forma en que ésta transporta el oxígeno al resto del cuerpo. Entre los más utilizados destacan en primer lugar los agentes anabólicos (59.4%); le siguen los estimulantes (12.8%) y los canabinoides en tercer lugar (7.9%), según estimaciones de la AMA de 2011.

El consumo de sustancias dopantes afecta la competencia justa e integridad del deporte, pero también es cierto que muchos atletas que han usado sustancias prohibidas se encuentran entre los mejores del mundo en sus disciplinas.

En junio pasado, el ex ciclista Lance Armstrong, siete veces campeón del Tour de Francia, confesó a Le Monde que “ganar el Tour sin doparse es imposible”, luego de reconocer a inicios de año en una entrevista con Oprah Winfrey que consumió todo tipo de dopantes y recibió transfusiones de sangre.

Con frecuencia se reportan casos a escala internacional. Este mismo mes, la vallista Alice Decaux fue excluida del Mundial de Moscú por haber dado positivo en un control antidopaje. Otros deportistas quedaron fuera de la competencia también, entre ellos, los velocistas el jamaicano Asafa Powell y el estadounidense Tyson Gay, a quien además le fue rescindido su contrato con Adidas.

Aumento

Sin embargo, a pesar de los controles y sanciones, los casos positivos en atletas élite no han disminuido: reportes anuales de la AMA destacan que los casos positivos se duplicaron de 2003 a 2012, año en que ascendieron a cuatro mil 723.

De 2003 a 2012, los positivos en las pruebas aumentaron 93 por ciento. En tanto, durante 2012 se aplicaron 267 mil 645 pruebas en todo el mundo en los 33 laboratorios certificados de la Agencia, cifra que ha crecido considerablemente desde 2003, cuando se aplicaron 151 mil 210 pruebas.

No obstante, el consumo de sustancias dopantes va más allá de los deportistas de alto rendimiento: 31 millones de personas en el mundo consumen este tipo de sustancias, según un informe de la AMA de 2007, lo que a su vez representa un negocio de millones de dólares que mueve más dinero que el de la heroína, de acuerdo con estimaciones del director de la AMA, David Howman, quien reconoció que el comercio de dopantes facturaba 15 mil millones de euros al año. Según la Agencia, se mueven 700 toneladas de esteroides al año;  14 mil millones de dosis de anabolizantes; 70 toneladas de testosterona sintética; 34 millones de viales de eritropoyetina y hormona del crecimiento.

Para combatir el creciente tráfico de estas sustancias, los gobiernos han tenido que aumentar sus partidas presupuestales, México, por ejemplo, ha triplicado en 10 años el presupuesto destinado a la Agencia Mundial Antidopaje, al pasar de 100 mil dólares en 2004 a 286 mil 244 dólares en 2013.

LA CIFRA

100 millones
de pesos invirtió la Conade para obtener la certificación de la AMA

PARA SABER

¿Cuánto cuesta doparse?

El equivalente a entre 9 mil y 72 mil pesos mexicanos, dependiendo si es un tratamiento completo o sólo una inyección, de acuerdo con la Agencia Estatal Antidopaje de España.

Sanciones

> Las sanciones por doparse van desde una amonestación hasta una inhabilitación de por vida. El período de inhabilitación puede variar según el tipo de violación, las circunstancias de un caso particular, la sustancia y que ya hubiera existido una violación de las normas antidopaje.

> El deportista tiene derecho a solicitar un análisis de muestra B, a una audiencia justa y a apelar cualquier decisión relacionada con un control positivo o una sanción que se le haya impuesto.

> La reglamentación de la AMA establece una suspensión de dos años a un deportista que incurre en dopaje por primera vez y de por vida si reincide.

Temas

Lee También

Recibe las últimas noticias en tu e-mail

Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día

Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones