GUADALAJARA, JALISCO (24/AGO/2016).- Los clavadistas tapatíos Rodrigo Diego y Melany Hernández regresaron a Guadalajara tras su aventura en los Juegos Olímpicos de Río 2016. Aunque felices por haber debutado en la máxima justa deportiva del orbe, ambos atletas coincidieron en que el hecho de no haber llegado a la final olímpica los dejó con un mal sabor de boca. Melany Hernández, quien no pudo acceder a las semifinales de la prueba de trampolín individual de tres metros al finalizar en la posición 22, aseguró que su actuación la obliga a esforzarse para llegar a Tokio 2020 con la firme convicción de conseguir una medalla olímpica. "Estoy motivada por haber llegado a esta justa olímpica, sin embargo sí estoy triste por el resultado, que no fue el que hubiéramos querido. La verdad yo pensaba en poder estar en una final olímpica y al no lograrlo pues sí estoy triste pero motivada. Fue una experiencia única por poder estar compitiendo con las mejores del mundo. Siempre he deseado una medalla, pero esto me deja más presente de que debo de estar en Tokio 2020", comentó.Por su parte, Rodrigo Diego, quien se quedó a un paso de acceder a la final en la misma prueba de trampolín se dijo decepcionado, aunque la experiencia vivida en Río 2016 servirá para poder mejorar en actuaciones futuras."Me llevo cosas para aprender, pero también una espinita clavada. Lo difícil es que cada cuatro años es cuando tienes chance de poderla sacar. Obviamente me voy decepcionado y pensando que pude haber hecho más. Tuve unas preliminares muy buenas en donde tuve grandes sensaciones, pero al final no salí en mi día, no se me dio y son cosas que pasan. En preparación estuve entrenando mil horas diarias, estuve haciendo muy buenos clavados allá y me gané el reconocimiento de clavadistas que estaban en la prueba. Me quedé a deber a mí mismo y a las personas que han creído en mí, pero hay que ver para adelante, que viene Tokio 2020”. EL INFORMADOR / FELIPE ROMERO
