Desde el lienzo

Los recuerdos del pueblo

Como siempre va mi saludo afectuoso para la gran familia charra, escaramuzas, amadores del caballo y aprovecho la ocasión para comentar un apasionante tema del Más Mexicano de los Deportes.

Todo un suceso el jueves pasado en el Centro Histórico de Guadalajara y como lo anticipamos en la columna anterior, la verdad nos hizo vibrar y no es para menos. Verá usted lector de esta columna charra semanal, fue todo un suceso porque además de presenciar a caballo los honores a la Bandera en la Plaza de la Liberación, la fiesta charra siguió.

Dicho evento con Adelitas y Charros será cada mes en Guadalajara, siendo un éxito este primero y al que seguro se van a ir uniendo más exponentes.

Frente a Palacio de Gobierno de Jalisco, en la Plaza de Armas de la capital tapatía todos los jueves hay serenata con la Orquesta Típica y es muy concurrido por familias y amantes de la buena música.

Esta vez tuvo un extra, porque el diputado Nicolás Morales y muchos amigos charros, así como las Escaramuza Alteñitas de Guadalajara y la Reina Nacional, Ana Victoria I, le dieron la vuelta a caballo a esa plaza. Hubo una escolta con caballos negros e hicimos el paseíllo con mariachi a los acordes de “Ay, Jalisco, no te rajes” y la canción de “Guadalajara”.

Aquellos viejos tiempos

Si a usted lector se le enchina la piel, imagínese estar en vivo y es que este tipo de cosas son las que lo hacen a uno vibrar y saber de qué estamos hechos. Fue una verbena popular y con la que se reviven muchas cosas de pueblo, pero más la gente sorprendida por este plus de los tan esperados jueves.

El resultado: un éxito y ojalá que este tipo de festejos se puedan hacer en la mayoría de ciudades importantes del país, aparte de que resaltan nuestros valores y sobre todo, nuestra mexicanidad.

Se dio la vuelta charra a la Plaza de Armas, el mariachi iluminó aún más el cielo tapatío y la verbena popular fue todo un suceso. Se repartió agua fresca, fruta y algunos antojitos mexicanos.

Gracias también al licenciado Cravioto de la Secretaría de Cultura por su enorme apoyo para esta primera versión de algo que queremos que se haga por muchos años.

Algo “chusco” pasó también el jueves por la noche, cuando una señora de nombre Lupita y de más de 70 años, agarró el micrófono y no lo pensó dos veces. Sin chistar, dijo que “Señores ya me iba al Teatro Degollado a oír mariachi, pero allá iba a pagar. Aquí hay escaramuzas y charros, tenemos mariachi y todo es de ‘gollete’, así es que mejor me quedo aquí”.

Como era de esperarse, la “puntada” fue muy aplaudida y las carcajadas no se hicieron esperar.
Fue un bonito ambiente el que vivimos y al que invitaremos con antelación a nuestros lectores para que vayan a gozar y sobre todo, revivir aquel ambiente de los pueblos.
Hasta la próxima columna, si mi Dios tan Charro no lo remedia.

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