Desde el lienzo

Coronación de Ana Victoria I

Con mi saludo semanal y los mejores deseos, va la entrega del deporte convertido en arte y donde la charrería sigue adelante; comentando ahora la coronación este próximo sábado de mi hija Ana Victoria Zermeño de la Torre, como Reina Nacional.

Antes de seguir con el tema, hago un paréntesis para informar del deceso de doña Ana López de De la Torre. Apenas hace ocho días le deseaba en esta columna el pronto restablecimiento a mi suegra, pero el Supremo Caporal la tiene ya en el cielo.

Gracias a todo los que nos acompañaron en estos momentos tan difíciles y ahora hay que darle vuelta a la página, porque la vida debe continuar.

Ya lo dice la canción, como han pasado los años; 20 de mi hija y la verdad, parece como si hubiera sido ayer. Me vienen muchos recuerdos a la mente, como cuando nació, sus primeros pasos, sus primeros dientes, sus juguetes y muchas más cosas bellas.

Ahora 20 años después, es otra historia, es momento de trascender y de que empiece a volar, más que lleva una enorme responsabilidad, ser la Reina Nacional del deporte de nuestros amores.

Su coronación será este sábado y vendrán grandes personalidades, tanto de la charrería, de la política y de la sociedad jalisciense. La cita es el sábado por la noche, en el Lienzo “Ignacio Zermeño Padilla”, localizado en el número 1963 de la Calle Manuel Cambre, en Chapultepec-Country de Guadalajara.

Ambiciosos proyectos

Escuché con atención la entrevista que le hizo la página de internet www.expresocharro.com, desde Los Ángeles, California, a mi hija y la verdad, la escuchaba emocionada y no es para menos, porque tiene enfrente una cita con el destino, pero sobre todo con la vida que ha sido muy hermosa en sus primeros 20 primaveras.

En la entrevista, agradece por tener a las dos mejores abuelitas del mundo, doña Ana María López y mi mamá “Toyita” Barba; por mi bisabuelo, don Andrés Z. Barba; por mi abuelo, Ignacio Zermeño Padilla; y por mi padre, Ricardo Zermeño Cárdenas.

La piel se me enchinaba al saber, que esos recuerdos los lleva muy presentes en su corazón y tatuados en la piel, señal de que las tradiciones charras siguen más vigentes que nunca en nuestra familia.

Me llamó mucho la atención, cuando habla de sus ambiciosos proyectos, pero sobre todo el de ayudar a los más necesitados; aunque sabemos que el reto es difícil y ella con esos 20 años de juventud traducidos en experiencia, lo afronta.

Ana Victoria es mi tercera hija, tiene 20 años, por 26 de Olguita, 24 de Ricardo y la quinceañera María Fernanda; siendo para mi esposa Olga María de la Torre López y un servidor, una familia ejemplar.

Desde pequeña era inquieta y siempre le gustó montar caballos, por eso cuando se mete de lleno a las escaramuzas, ya no fue novedad que tan pequeña entrara al equipo grande, esas Alteñitas de Guadalajara que se han coronado cuatro veces campeonas nacionales.

Ella es una apasionada de lo que hace y la equinoterapia es otra de las cosas que le roban los suspiros, pero sobre todo ayudar a los más necesitados y deja su correo electrónico
ranatoya_5@hotmail.com, para que le hagan llegar inquietudes y darles solución favorable ahora en su reinado de dos años.

Finalmente, la invitación en general, para que nos acompañen este sábado, en el Lienzo “Ignacio Zermeño Padilla”, las entrada tiene un costo de 400 pesos por persona.

Comentarios a: zermenobarba@gmail.com