Desde el lienzo

Como ya se hizo una costumbre, un saludo afectuoso a la gran familia charra, escaramuzas y amadores del caballo, ocasión que aprovechamos para hacer algunas consideraciones sobre el Más Mexicano de los Deportes y más en fechas tan especiales como el día de hoy.

Llegó la época navideña y aunque  las posadas inician este jueves 16, un día antes es quincena y antes del 20 a recibir aguinaldo, lo cierto es que es la época de las reflexiones.

Ya que estamos en eso, no hay que olvidar que hoy es el día grande de la “Patrona”, la Virgen de Guadalupe. Por esa devoción que le hemos tenido desde hace muchos años a la “Morenita”, es que he decido recordar con su dosis de suspiros incluidos, aquellos “torneazos” Guadalupanos que organizaba en antaño la charrería.

Decir Trofeo Guadalupano eran palabras mayores o torneos del mismo calibre, donde la charrería se unía en un solo cántico, devoción que siempre ha estado ligada al deporte nacional por excelencia.

Y cada 12 de diciembre era levantarse temprano, en nuestro caso para irnos al Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe en el barrio del mismo nombre en el centro histórico de Guadalajara, a escuchar la santa misa.
Después seguía la fiesta charra con el tradicional menudo jalisciense y a las 12:00 horas empezaba la competencia amistosa.

Ese era el común denominador para la mayoría de asociaciones charras del país, porque siempre los eventos Guadalupanos emocionan a cualquiera y no se diga, cuando los recuerdos caen como en cascada.

La fiesta inolvidable

Bien dicen que recordar es vivir y más porque al escuchar las campanadas cuando el alba se refleja en el paisaje, nos hace recordar las tradicionales “Mañanitas”, como cuando llega el 10 de Mayo, el mero “Día de las Madres”.
Son de esas cosas que hacen vibrar a la charrería y que deben seguir más vigentes que nunca, porque la charrería es unión, amistad, es patria, es mujer, es caballo y sobre todo la devoción a la Virgencita de Guadalupe.

Los festejos son en el D.F., donde la “Patrona” está super visitada y donde la familia charra también lleva su ofrenda, lo mismo Guadalajara y varias poblaciones más del país, incluso hay fiesta en la Unión Americana y no se diga en “La Placita Olvera” de Los Ángeles, California.

A lo largo y ancho del país se hicieron Torneos Charros, ojalá que se cumpla con el objetivo.
Y antes de cerrar la entrega, que bueno que ya termina la semana, porque abriendo la misma tuvimos doble luto, con los fallecimientos de don Pedro López y don Rodolfo Fernández, grandes amigos de mi padre y sus hijos grandes compañeros charros con los que nos ha tocado convivir.

Que descansen en paz los recién fallecidos y que sus familiares encuentren pronta resignación. Hasta la próxima entrega, si el Supremo Caporal lo permite.

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