Desde Tahití, veleristas tapatíos reportan “misión cumplida”

FRANCIA (18/MAY/2011).- Misión cumplida. “Perico” Fernández del Valle lo reportó el pasado sábado: al mediodía de este 14 de mayo y tras 41 días de viaje, los tapatíos que se lanzaron a una expedición en velero por el Océano Pacífico Sur, declararon terminada la aventura a bordo del “Sans Souci II”.

El barco, un velero crucero de 54 pies, tiene todavía un viaje largo por recorrer en el regreso, pero para los actuales tripulantes lo ocurrido el sábado es ya un final. “Ha sido la aventura de mi vida”, resume Fernández. Y cómo no, luego de haber vivido con velas rotas, tormentas y viento en contra, cambios de planes y algunos sustos, que reclamaron paciencia, compañerismo y bastante disciplina, según deja claro el diario de viaje de Fernández.

 Los viajeros salieron el 3 de abril desde Puerto Vallarta y navegaron sin escalas 22 días, cuando llegaron a las Islas Marquesas, en la Polinesia Francesa. Desde el 25 de abril recorrieron varios puntos en este archipiélago de Oceanía y el sábado llegaron a la famosa Isla Tahití, donde está la capital de este territorio francés, Papeete. Allí prepararán al “Sans Souci II” para una nueva tripulación que hará el viaje de regreso.

Apenas el 7 de mayo, el capitán de la expedición, el empresario tapatío Enrique “Patas” Aldrete, de 72 años de edad, dejó el barco por compromisos personales y volvió a Guadalajara. Los cuatro compañeros que se quedaron a cargo del velero mantuvieron la ruta, que en su itinerario original incluía el plan de llegar hasta Fiji y las Islas Marshall, para hacer luego el viaje de regreso a América. Habría sido un periplo de al menos 120 días.

Durante las últimas jornadas, los cuatro viajeros se dedicaron a explorar algunos de los más famosos destinos turísticos de esta región. Pasaron el día 37 de su viaje en Bora Bora y organizaron una cena mexicana en el Club de Yates local: “Les hicimos ceviche, guacamole y taquitos de carne; les encantó; ‘Poli’ sacó su iPod y les pusimos mariachi y música mexicana”, cuenta “Perico”.

Todavía se llevaron un último susto el 11 de mayo, cuando, rumbo a Taha’a, estuvieron a punto de encallar mientras dormían: “Se rompió la argolla de la boya en que nos amarramos; era una boya de fierro. El ‘Poli’ durmió en una hamaca en la proa y se despertó cuando una panga pasó junto a nosotros, se desamarró la hamaca y cayó al suelo del barco; entonces se dio cuenta de dónde estábamos”.

Los cuatro viajeros a cargo del velero aún deben reportar los detalles de su regreso. Pasaron el sábado en Tahití, luego de 41 días a través del Pacífico Sur, sanos, salvos y agradecidos, dicen, con sus familias y amigos y con el “Patas” Aldrete, primer “instigador” de esta aventura, al que en dicha cena le dedicaron el brindis con la primera Hinano, la tradicional cerveza tahitiana.