Del silencio a la algarabía

RÍO DE JANEIRO, BRASIL (10/JUL/2014).- Los aficionados argentinos que hicieron el viaje a Brasil para apoyar a su Selección tienen ya la recompensa a su esfuerzo al ver instalado a su equipo en la Final, luego de un mes de viajes, gastos, incomodidades, desvelos y privaciones en tierras amazónicas.

El Fan Fest de Río de Janeiro fue mudo testigo del nerviosismo que vivieron casi 20 mil seguidores argentinos y una minoría de holandeses durante el juego semifinal que se celebró en Sao Paulo, pero que tuvo réplica en la pantalla gigante sobre la playa de Copacabana.

Para fortuna de los fanáticos que llenaron el Fan Fest de Copacabana el clima fue benévolo con 23 grados centígrados y una tarde-noche sin lluvia.

La llegada de la tanda de penales animó a la concurrencia a vitorear a su Selección con porras y cánticos, la alegría creció en la medida que los holandeses fallaron los penales y los argentinos los anotaron hasta el clímax del triunfo pampero.

Esta vez no fue necesario que las autoridades de Río de Janeiro cerraran la Avenida Atlántica a la circulación de vehículos, ni pusieron en operación la segunda pantalla gigante sobre la playa de Copacabana.

La multitud ataviada con camisetas albiceleste principalmente se congregó exclusivamente en el Fan Fest y ruidosamente salieron a festejar a la calle el triunfo argentino en un final feliz.

Sin embargo, la fiesta que los llevó a ocupar la Avenida Atlántica duró muy poco tiempo porque la policía dispersó a los fanáticos con gases lacrimógenos para que no impidieran la vía libre a los vehículos.

Ernesto López/Enviado