Debut complicado para iberoamericanos en el balonmano

BEIJING, CHINA.- España, que enfrenta al vigente campeón olímpico  Croacia el domingo por el grupo A, y Brasil, que medirá fuerzas  contra la potente Francia en esa misma llave, tendrán un estreno  complicado en el balonmano masculino de los Juegos Olímpicos de Beijing 2008.

El tercer y último duelo de esa zona, integrada por seis equipos, de los  cuales avanzan a cuartos de final los 4 mejores, lo protagonizan Polonia y el  anfitrión China, un país sin verdadera tradición en la disciplina pero que  puede sacar ventaja con la localía.

Los subcampeones mundiales polacos también aparecen con chances serias al  podio de los Juegos, en el que España subió al último escalón en Atlanta-1996 y  Sydney-2000, pero desde entonces la ha perdido la rueda a los líderes y en la  capital china pretende atraparlos.

Por la llave B, el campeón mundial y subcampeón olímpico Alemania se verá  la cara en el Gimnasio OSC de Beijing con Corea del Sur, principal potencia de la  disciplina en Asia, aunque su verdadero fuerte son los equipos femeninos.

La gala de esa llave la abre Rusia, bronce en Atenas-2004 y medalla de oro  en Sídney-2000, frente a Islandia, mientras que la cerrará el rey europeo  Dinamarca, dominador en mujeres pero nunca oro olímpico en hombres, ante el  gigante africano Egipto, en una primera fecha de balonmano que promete  emoción.

Como deporte olímpico, el balonmano debutó como juego de hombres en el  torneo de Berlín-1936, donde el anfitrión ganó su único oro, aunque también fue  plata en 1984 y 2004.

Alemania, con su líder Michael Kraus, tiene una cuenta pendiente con el oro  olímpico y todo parece indicar que el título se lo disputará con Croacia, que  siempre está presente en las situaciones de mucha presión con un handball  físico y de fantasía, característica clásica del deporte balcánico en general.

Brasil, dirigida por el español Jordi Ribera, tendrá enfrente al mejor  jugador del planeta, el francés Nikola Karabatic, quien el jueves fue elegido  'mejor jugador mundial de 2007' por parte de la la Federación Internacional de  Balonmano (IHF).

Karabatic, de 24 años, jugador del Kiel alemán y bronce en el último  Europeo, sigue los pasos de leyendas del balonmano galo como Jackson Richardson  (1995), Stéphane Stoecklin (1997) y Bertrand Gille (2002).

De todos modos, los brasileños intentarán regalarle una despedida de lujo a  su entrenador español Ribera, que anunció su despedida del equipo al final de  los Juegos.  

"Había decidido dejar la selección después de los Juegos Panamericanos de  Río-2007, pero la Federación brasileña insistió y decidí continuar hasta los  Juegos Olímpicos", reconoció el jueves Ribera, quien no dará marcha atrás  después de Beijing 2008.