De los toros con verdad por Francisco Baruqui M.

Madrid, España.- Decimacuarta corrida isidril.

La gente hizo el lleno cuando el clima es ya casi de verano y el cartel motivador con un artista, Curro Díaz, ya triunfador en una corrida anterior, y dos de los matadores jóvenes que han cifrado esperanzas como Miguel Ángel Perera y Alejandro Talavante; y abriendo festejom, Joao Moura hijo.  Sí, y con toros de Núñez del Cuvillo, la cosa estaba de esperar algo de valía y…

Y, los tres primeros del sexteto corrido, todos negros de pelaje, fueron los que brindaron condiciones para destacar triunfando, resultando dúctiles y noblones, siendo flojos en las puyas en donde se les midió con escaso castigo. Los restantes, un colorao y dos con capas castaño, fueron otra cosa.  Manejables, pero deslucidos.  Los seis con presencia muy justa para Madrid, pero astifinos a tope como lo exige esta plaza.
De los toreros…

De los toreros, lo grato fue sin duda la actuación de Perera, quien se va reencontrando luego de una racha para pasar. Triunfó con el tercero, un Núñez del Cuvillo, enrazado, de gran desplazamiento, recorrido y son, que le permitió al diestro un espectacular inicio con cambiados por la espalda, bien rematados, para darle distancia al astado y prodigarse por el pitón derecho, destacando el temple y el corte de muletazos largos en series que se le jalearon.  Al intentar por el izquierdo, resultó cogido, llevándose una voltereta impresionante, siendo rematado al ponerse de pie volviéndose para de nuevo embestirle.  Se salvó por fortuna de la cornada. Impresionado el público y entregado Miguel Ángel, perfilándose en corto y muy por derecho, se volcó muy recto sobre el morrillo, atracándose de toro para cobrar entera y ganarse la oreja. Buena presentación.

Con su segundo, un ejemplar cuajado, con son y cadencia, Perera se dio en una larguísima labor, acusando voluntad sobrada toda vez que el burel, que acusaba blandenguería, terminaba protestón y ya sin lucimiento mayor.  Lo importante es que el torero vuelve a irse arriba. A verle de nuevo en la Corrida de la Prensa. Se hará con gusto.

En buen tenor salió Talavante por cuanto a determinación y deseos, desarrollando la faena al tercero de lidia ordinaria, -- que hubo uno de rejones de Luis Terrón --, por el lado izquierdo, punteando pero aguantando, ligando Alejandro dos series muy templadas y pases de trincherilla muy bajos y remates de pecho que le valieron el batir de palmas.  Mirando y sintiendo cómo se le quedaba corto por el derecho, terminó con media estocada con fuerte petición que el presidente no concedió.

Con el que cerró la tarde, un toro con movilidad pero violento y asperillo, no pudo ir a más.  
A Curro Díaz le tocó en su primero un ejemplar que le exigía un pisar más firme y decidido.  Tuvo pinceladas, muy pocas, pero no consiguió acoplamiento, por mucho que se preocupaba de su expresión estética, en una faena con continuos trompicones y poco acertado con el acero, escuchó silencio. Con el quinto, de menos posibilidades y al que había que consentir y aguantar, sólo momentos muy aislados, resultando herido en una mano al intentar descabellar, sangrando profusamente teniendo que ser retirado a la enfermería por las asistencias, despenándolo Perera.

Buena actuación la del joven Moura, quien exhibió su magnífica monta con una cuadra torera de lujo, dominando los terrenos y estando muy templado ante el de Terrón, que poco valió.  Excelentes sus cambios y certero con los rejones, entusiasmando con los tres cortos que clavó, haciéndose aplaudir.

Para hoy toros de Baltasar Ibán, -- encaste por demás interesante --, para tres matadores que necesitan triunfar en arreglo de su temporada: Eugenio de Mora, Serafín Marín y Luis Bolívar.

Pa álante toreros…

francisco@baruqui.com