De los toros con verdad, por Francisco Baruqui

Madrid, España.- Octava de San Isidro.

Llenos los tendidos para una tarde polar en Las Ventas.  ¿Qué por qué lo de polar..?  Porque para referir la de ayer debo hacerlo no tan solo por el frío climático que calaba obligándonos al abrigo invernal, sino a la vez el que se dejó sentir en todo lo que en el ruedo aconteció, que poco, muy poco, poquísimo motivo a chocar las palmas de las manos en muestra de gusto y reconocimiento.

Comenté en mi anterior escrito sobre del mal momento por el que pasa la ganadería de Parladé con el sello de Juan Pedro Domecq.  Y escribo sello, porque con el prurito de criar toros “artistas” con el hierro de su nombre, viene dando preocupantes muestras de profunda falta de bravura y raza que va definiendo al criador, como escribo de algunos de sus colegas del campo ¿bravo? Mexicano que más que manejar la casta, manejan la mansedumbre…
La mansedumbre, que sí, toda vez que en la búsqueda del “arte” en sus productos, se les ha pasado la mano echándole más agua al vino y así…
Así, una corrida magníficamente bien presentada, fina de hechuras, con ejemplares imponentes, bellos y astifinos, varios muy en tipo de su encaste, -- lo que es más de preocupar, porque cuando están fuera de él la posibilidad de fallar se acrecienta, pero cuando no y fallan estruendosamente… --, acusan la falta de fondo manifestándose vacíos y dando al traste las esperanzas de toreros y público.

Los tres de la terna también fríos, muy fríos, tanto, vamos, que ni una salida se alcanzó.

Momentos aislados de cierto lucimiento pero sin redondeo alguno por parte de Diego Urdiales que mostró voluntad y oficio, terminando con su primero de entera contraria hasta las cintas; y al cuarto que de salida prometía pero que en la muleta estuvo a un punto de echarse sin haber sido estoqueado, entera con un aviso.

Matías Tejela con decisión a momentos pero creo que equivocándose con el tercero en el planteamiento de la faena cerrando con cuatro viajes pinchando y entera traserilla; para deshacerse del quinto sin brillar para nada, de pinchazo, media estocada caída y un golpe de descabello y…

Y por cuanto al toricantano que recibió el doctorado, José Manuel Mas, dejando apreciar que iniciándose como matador deberá esforzarse en su rodaje, sin cosa mayor con el toro de la ceremonia que brindó a su señora madre, -- sobradamente valiente para estar en la plaza aguantando la presión --, acabó con media atravesada y un golpe con la espada corta de descabellar; y al sexto que cerró festejo, estocada casi tres cuartos en sitio que bastó.

Y para la novena de mañana, toros de los hermanos Lozano con hierro y divisa de Alcurrucén, a los que se enfrentarán Uceda Leal, Manuel de Jesús “El Cid” quien ha tenido triunfos muy importantes ante la afición madrileña, aunque ahora mismo no pasa por el mejor de sus momentos y la joven promesa que muy bien se justificó en este misma plaza Miguel Tendero.
Que se vaya, pues, el frío, y lleguen los triunfos para todos…  Amén.

Correo electrónico: francisco@baruqui.com