Deportes | Por Francisco Baruqui De los Toros con Verdad, por Francisco Baruqui Mansada festivalera; buena cuerda trae Alzate… Por: EL INFORMADOR 16 de agosto de 2010 - 06:20 hs Siempre he creído que la primera impresión es la que cuenta… Y sí, porque la segunda o la tercera a no dudar son de otro relieve pretendiéndose que la primera es la que más valor tiene. Para abrir una temporada novilleril, qué mejor que el encierro fuese de excelente presentación, -- y más, mucho más, con la cantidad de ganado que hay ahora mismo en la cabaña ¿brava? mexicana. Sería, pues, lo lógico a fin de motivar entusiasmando a un sobradamente entusiasta público para que vuelva pero… Pero no. Pomposamente se publicitó una gran novillada reduciéndose a seis reses, -- las cuatro primeras de Torreón de Cañas y la dos restantes de La Concepción, ni para correrse un sexteto completo, sino parchado --, que fueron un desfile de mansedumbre y falta de casta en las que la sosería y la intrascendencia campearon, con una presentación vergonzosa, para festival de toreras, y con una miseria, -- escribir pobreza sería un error y no me gusta equivocarme --, de cabezas por lo corniausentes de sus astas lo que dejó al festejito al nivel por demás justo de auténtica pachanga… Por supuesto con bovinos así y la total y absoluta tolerancia y complacencia cimentada por la ignorancia de una autoridad que a todas luces se mira inepta, primero por aceptar toretes así, y posteriormente por obsequiar una orejilla de plaza de trancas cuando no había petición y tuvo el novillero mismo, Godoy, que guardarla, a eso se exponen los incapaces del palco. Ante mansedumbre tal y una casta aguada que no emocionaba en lo mínimo, las reses resultaron fáciles, sin importancia alguna ni el menor sentido, con el caminar tan claro como ingenuo, sin trascendencia, lo que nulifica cualquier atisbo de emotividad. De los de la tercia debo decir que tuvieron disposición y voluntad, cada uno acorde a su personal sentido de intentar hacer el toreo, pero con palpables limitantes que deben hacerles reflexionar, principalmente a Mateos y Godoy que tesoneros pusieron de manifiesto sus limitantes para estructurar planteando una faena, teniendo como fondo el pegar pases, y pases y más pases, pero sin dejar a la memoria nada digno de recordar, sobresaliendo en momentos aislados tanto de capa como de muleta, pero sin conjuntar, contrastando Alfonso Mateos con cierto temple pero una forma por demás retorcida y abusando en extremo del pico de la pañosa, con un toreo vertical, de más empaque pero falto de mando de Oliver Godoy. Se motivó al cónclave alternando los tres en un tercio de banderillas brillando más dos cuarteos, el del tapatío y el del colombiano Alzate, con ése par de bisutería efectista pura que es el par al violín. Mateos se llevó dos avisos del noble jirón primero, despenando al cuarto de pinchazo y entera desviada saliéndose del embroque. Por cuanto a la actuación de Godoy puede resumirse en detalles por su buen corte, pero cuán difícil le resulta conectar con los tendidos, descollando en el quinto, con detalles, repito, cobrando entera trasera de buena ejecución que bien recompensada estaba con una vuelta que al final dio, pero no con la orejita, -- vaya manera de equivocar a los toreros y al público --, que sin petición el juez se sacó de la manga, obligando, insisto, ante la general rechifla, a guardarla el joven Oliver… Me ha llamado la atención Juan Camilo Alzate… Sí, muestra un claro verdor, perdió varias veces los engaños y le faltó un desenvolvimiento con más ritmo, empero… Empero tiene actitud y torería, cuerda grande de torero bueno que se gusta a sí mismo y gustándose, lo sabe transmitir, llegándole fuerte al aficionado. Tiene planta… Tiene empaque y, fundamental, disfruta en la cara de la res, haciendo un toreo de elegante corte y templadas formas poniéndose en el sitio en el que ponerse debe para ligar, mandando, y darle fondo a su labor. Bien en su toreo al natural rebozándose e hilvanando series hasta de cuatro o cinco muletazos rematadas con auténticos de pecho, que le valieron carretadas de palmas, cerrando con ceñidas bernadinas que se le jalearon fuerte. Si a todo lo anterior se le añade un valor cabal que le hace torear con pureza, sin ventaja alguna, pasándose cerca reponiendo lo mínimo, embraguetándose de verdad, resultó una pena que con la espada no anduviese certero, escuchando un aviso en el tercero cobrando estocada entera baja, y dos pinchazos en el que cerró función. Buena cuerda, lo reitero, la que trae éste chaval colombiano Juan Camilo Alzate quien merece, con mucho, ser repetido en el siguiente cartel dominguero, porque un joven torero con características tales lo que necesita son pitones para ir tomando rodaje. Buena cuerda, que sí… Buena cuerda. Espero, confío y deseo, que tanto empresa como autoridad enmienden, mejorando sus gestiones trayendo una y aceptando la otra ganado acorde al nivel por el cual se debe exigir para la plaza de Guadalajara, que ésta… Ésta fue de pachanga festivalera… Correo electrónico: francisco@baruqui.com Temas Toros De los toros con verdad Lee También Regresan las corridas de toros a Guadalajara a partir de esta fecha ¿Qué podría declarar "El Cholo Palacios" para esclarecer el caso Ayotzinapa? 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