De María: Padilla sigue al frente de Comisión de Árbitros

CIUDAD DE MÉXICO (16/ENE/2012).- Aunque Aarón Padilla, presidente de la Comisión de Arbitros, aceptó abiertamente los errores de sus agremiados Erim Ramírez y Fernando Guerreros en la reunión del Comité de Operaciones de la Primera División del futbol mexicano, sigue en el puesto, porque 'nadie pidió la cabeza de nadie'.  

Así lo aseguró el secretario general de la Federación Mexicana de Futbol (FMF), Decio de María, en conferencia de prensa que ofreció al término de la reunión realizada en las oficinas de la FMF.  

En la reunión estuvieron Yon de Luisa y Fernando Corona, presidentes de América y Toluca, en ese orden, quienes el domingo vivieron situaciones encontradas, porque el silbante Ramírez marcó erróneamente un penal a favor de las Aguilas que terminó en gol y evitó la victoria de Diablos Rojos.  

En su exposición, dijo Decio, Padilla también aceptó la gravedad de la falla de Guerrero, en la que dejó correr una acción en que el balón salió por la línea de meta y la jugada terminó en gol para la victoria de Tigres de la UANL sobre Querétaro.  

Padilla y sus asistentes presentaron una recopilación estadística, en la que se establece que desde hace seis torneos disminuyeron de 35 a 25 faltas por partido.  

Si bien no rueda la cabeza de Padilla, sí hay sanciones para los silbantes que cometen fallas, como es el caso de Marco Antonio Rodríguez, quien mostró al mismo tiempo dos tarjetas amarillas en la final Tigres-Santos Laguna.  

'No lo viste en la primera jornada ni en la segunda y te puedo asegurar que en algunas más no lo verás', declaró De María al respecto.  

En la sesión de preguntas y respuestas se tocó el tema del club Puebla, que fue embargado el viernes por autoridades fiscales, al tener un adeudo de varios millones de pesos.  

El secretario general de la FMF viajó el pasado viernes a la ciudad de Puebla, donde se entrevistó con las autoridades fiscales y del club de la Franja y concluyó en que la actual administración debe pagar, sin importar que la deuda haya sido adquirida por otros dirigentes.