DESDE EL LIENZO

Personajes típicos del graderío y de los lienzos, que no pueden faltar y aunque no son parte activa de los equipos si son parte del folklor, del gran abanico que compone la fiesta de la charrería.

Se les puede encontrar en todas partes, a veces en el graderío otras en los pasillos de entrada, en la zona comercial, en los corrales, etc., platicando con los integrantes de los equipos o con el aficionado de la charrería, con los dueños de los comercios, con los encargados de mantener el orden, con la prensa… en fin se les ve por todas partes.

Como también es natural, verlos en diferentes lienzos, a lo largo y ancho del país, incluso en Allende las Fronteras.

Parecieran nómadas que no tienen un lugar propio para establecerse, son personajes que van recogiendo, como los antiguos juglares de la Edad Media, el decir de los protagonistas, el sentir de los aficionados y propiamente dicho el sentir de la charrería.

Después, con su ingenio y creatividad lo traducen en dichos, poemas o líneas que grabarán en algún trozo de madera, en alguna hebilla, en un tarro para cerveza, en la hoja de un machete, en donde su creatividad les dicte y mande incluso en una hoja de papel que circulará entre los interesados y que formará parte del argot de la charrería.

Andantes incansables que han recorrido a lo largo y a lo ancho los lienzos de la charrería y que en cada evento de gran relevancia de la charrería se les encuentra listos para comentar lo escrito o recitar un verso o el nuevo refrán aprendido.

Personajes de fábula que han vivido desde otra perspectiva la historia de este gran deporte nacional y que cualquiera que los encuentre y tenga la oportunidad de platicar con ellos, no pierda esta ocasión para llevarse un verso o una historia producto de su narrativa.

“Con jarano y chaparreras, un difunto en el panteón, manganeaba calaveras, con mecate de algodón.” (Jorge Alfaro Ángeles).