Lunes, 02 de Diciembre 2024
Deportes | En las tribunas, las playeras a rayas eran mayoría a comparación de los americanistas

Clásico nacional, con ambiente rojiblanco

En las tribunas, las playeras a rayas eran mayoría a comparación de las cremas de las Águilas

Por: EL INFORMADOR

Las Chivas lograron empatar a las Águilas 1-1 en el Estadio Omnilife. NTX / M. Vargas

Las Chivas lograron empatar a las Águilas 1-1 en el Estadio Omnilife. NTX / M. Vargas

GUADALAJARA, JALISCO (26/ABR/2015).- Pareciera que el matrimonio entre Chivas y su afición se fortalece día con día ante el buen paso que el equipo rojiblanco lleva en el Clausura 2015 y en el Clásico Nacional ante el América, jugado en el Estadio Omnilife, se dio fe de ello.

Para muestra, la entrada en el inmueble de la casa del Rebaño. En las tribunas del estadio del Bajío, las playeras a rayas eran mayoría a comparación de las cremas de las Águilas. Una entrada anunciada por el sonido local de "poco más de 46 mil almas", tenía una relación 70-30 a favor de la del Guadalajara.

Poco importó el calvario que los seguidores de ambos equipos tuvieron que atravesar para llegar a su butaca en el estadio. Revisiones exhaustivas de parte de los cuerpos de seguridad retrasaron la llegada de aficionados al Estadio, que a menos de una hora de que arrancara el partido, caminaban a prisa en los alrededores del inmueble.

Desde los minutos previos, la gente ya se encontraba involucrada con sus equipos, que desde el momento recibieron los aplausos de los propios y los abucheos de los extraños, por lo que el duelo ya era jugado en las tribunas.

Y fue con el silbatazo inicial con el que las pasiones que un juego de esta naturaleza despierta comenzaron a brotar. Desde el primer segundo, la afición local se hizo sentir, hizo vibrar sus gargantas y comenzó a increpar al rival.

Del bando contrario, también se esforzaron en hacer lo propio, pero terminaban siendo opacados por la mayoría rojiblanca que ocupaba  las tribunas.

Poco después, la balanza se inclinó del lado azulcrema, después de la anotación de Paul Aguilar, que calló las gargantas de los seguidores locales, que entraron en una angustia por ver a su equipo abajo en el marcador.

Pero con el paso de los minutos, la gente del Guadalajara se encargó de no abandonar a su equipo y de retomar la ventaja en el duelo de tribunas, aunque no bastó para que el local igualara en el marcador mientras la primera parte se extinguía.

La historia se mantuvo al arranque del segundo tiempo, con la gente de Chivas alentando segundo a segundo. El dominio en el rectángulo verde, así como en las gradas, era completamente rojiblanco y la recompensa no tardó en llegar.

Aldo de Nigris hacía su ingreso al campo y con él, las esperanzas de un empate crecían. A los pocos minutos, el sueño se cristalizó y el Guadalajara igualó. El estadio del Rebaño se transformó en un volcán en erupción y con ello se rememoraron los buenos tiempos del Estadio Jalisco.

Al final, todo concluyó con un clásico empate, pero con la afición de Chivas llevándose el partido, al estar minuto a minuto entregados a su equipo.

EL INFORMADOR / ALAN RODRÍGUEZ

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