Charros, en el tobogán

GUADALAJARA, JALISCO (11/NOV/2015).- No hay medicina que alivie la enfermedad de los Charros. Anoche, ante uno de los peores equipos del circuito, Jalisco volvió a perder, ahora por pizarra de 7-4 ante los Naranjeros de Hermosillo.

Ante poco más de seis mil aficionados en el estadio de Zapopan, los locales acumularon la octava derrota en los últimos 10 juegos y dejaron la sensación de oponer poca resistencia ante una novena que llegó al parque de la Colonia Tepeyac con etiqueta de víctima, al ocupar casi toda la campaña el último lugar del standing de la Liga Mexicana del Pacífico.

Muy temprano le cayeron al pitcheo del derecho William Oliver, que vio cómo su primer bateador entró a la registradora luego de conectar el segundo lanzamiento y ser impulsado a home por un sencillo de Juan Carlos Linares.

En la parte alta del tercer rollo otra vez Linares produjo carrera al mandar a la registradora a Jorge Flores, quien previamente había impulsado la segunda de la visita.

De nuevo, como en los anteriores partidos, Charros tenía maltratado a su pitcher y tenían una desventaja tempranera.

Por si no fuera suficiente, Édgar González, el abridor de Hermosillo, estuvo imponente en la lomita, retirando en orden las primeras cuatro entradas sin que nadie le sacara la pelota del cuadro y dándose el lujo de recetar tres ponches en el segundo episodio.

En la quinta alta Oliver explotó a punta de palos, cuando los Naranjeros le hicieron cuatro carreras, un rally que se volvió mortal para los Charros.

En la parte baja de ese episodio por fin le sacaron la pelota del cuadro a González, cuando Marquez Smith conectó un doble por el jardín central. Araujo mandó a la registradora al estadounidenses para romper el cero, y posteriormente Carlos Garzón produjo dos carreras al impulsar con sencillo a Valenzuela y Araujo para poner en la pelea a los Charros.

Sin embargo, en la séptima baja Jalisco dejó hombres en las esquinas con uno fuera cuando Zazueta murió en rola de doble play, y ya en la novena, el home run solitario de Japhet Amador sólo fue de ornamento para dibujar la pizarra final de 7-4.