MADRID, ESPAÑA (14/JUN/2017).- Camerún, campeona de la última edición de la Copa de África de Naciones (CAN), afronta la Copa Confederaciones como un torneo en el que poder medir a su joven elenco con algunos de los mejores combinados del mundo.Los “leones indomables” presentan una nueva camada de jugadores con gran porvenir a los que aún les falta experiencia internacional fuera de su continente, en donde tradicionalmente siempre han sido uno de los países con más relevancia futbolística.De hecho todos aquellos que tengan como referencia inmediata el plantel que puso de largo en el pasado Mundial de Brasil se sorprenderán al comprobar que solo tres años después muy pocos nombres quedan de los que disputaron aquella relevante cita a las órdenes del alemán Volker Finke.Este cedió el relevo en el banquillo a otro europeo, el ex futbolista belga Hugo Bross, justo antes del comienzo de la fase de clasificación para Rusia 2018. Desde entonces muchas cosas han cambiado.La conquista de la Copa de África, después de una participación donde superaron con apuros la fase de grupos y fueron sorteando con sufrimiento las distintas eliminatorias, supuso un cambio generacional al asumir los jóvenes con éxito el rol de muchos primeras espadas que renunciaron a participar.Sin embargo, en el camino hacia el Mundial del próximo año la satisfacción ha sido menor hasta el momento. Tras deshacerse de Níger fueron enclavados en un grupo junto a Nigeria, Zambia y Argelia. Los empates ante estos dos últimos han convertido en trascendentales el par de encuentros que deberán medirle con el rival restante a finales de agosto y principios de septiembre.Para preparar lo que se les viene encima, nada mejor que un evento de calado como esta Confederaciones. En ella deberán medirse en primer lugar a Chile en Moscú el 18 de junio antes de cruzarse con Australia en San Petersburgo cuatro días después y finalmente con Alemania en Sochi el 25 del mismo mes.Todo un reto para esta nación que participa por tercera vez tras las ediciones del 2001 y el 2003. La primera de ellas se saldó con una eliminación en la ronda inicial mientras que la segunda quedó marcada por un hecho luctuoso, el fallecimiento de Marc-Vivien Foé.El futbolista cayó desplomado sobre el césped del Stade de Gerland en Lyon durante la segunda parte del encuentro de semifinales ante Colombia y no pudo hacerse nada por salvar su vida. Pese a ello los partidos siguieron disputándose y los cameruneses acabaron cayendo en la final ante Francia tras la prórroga en un choque que se convirtió en sentido homenaje al compañero fallecido.Con aquello en el recuerdo pero mirando al futuro, el objetivo ahora es volver a dar una buena imagen y presentar al mundo a una generación sobre la que hay puestas grandes expectativas en años sucesivos.De todos los seleccionados solo Sébastien Siani y Ernest Mabouka tendrán más de veintiocho años cuando el balón eche a rodar. Esa situación permite además a los jugadores tomarse el viaje a tierras rusas como una oportunidad para dar un salto en sus carreras toda vez que ninguno milita en la máxima categoría de las que son consideradas las cuatro ligas más importantes de Europa (Inglaterra, España, Italia y Alemania).Eso no significa que no haya nombres relevantes. Uno de ellos es André Onana, guardameta que disputó bajo los palos con el Ájax la final de la última Liga Europa tras llegar al conjunto holandés procedente del Barcelona, a donde fue llevado por Samuel Eto'o.Arriba el principal referente ofensivo es Vincent Aboubakar, ex delantero del Oporto y uno de los hombres importantes en el ataque del Besiktas que se ha proclamado este curso campeón de la liga turca.Se lo pierde sin embargo Ambroise Oyongo. El lateral izquierdo del Montreal Impact, titular habitual, sufrió recientemente una rotura del ligamento cruzado anterior de su rodilla derecha ante Marruecos y estará aproximadamente siete meses de baja.
