Caixinha acepta que Santos regaló el juego

CIUDAD DE MÉXICO (01/MAY/2014).- Esta vez Pedro Caixinha evita los berrinches en público y las justificaciones. Admite pifias defensivas en su equipo, mas no lo da por muerto. Está convencido de que en Torreón cambiarán las cosas y las sonrisas volverán entre los Guerreros de la Laguna.

"Es interesante decir que esto todavía no terminó. Estás en el intermedio, perdiendo 5-3, pero aún tenemos 90 minutos en Torreón. Los jugadores saben que podemos remontar este partido", señala convencido.

"Empezamos con una estrategia de 4-3-3, sin capacidad de pararlos, de ahí resultó el gol. El cambio al 4-4-2 ayudó a reorganizarnos. Era una estrategia que pensaba que podía salir y no. Lo que has querido generar es hacer una línea de cinco. Así sufres de nuevo el 3-3. El 4-3 es un gol de primaria y el 5-3, ningún central sale a romper la marca y así te marcan los goles. Mientras estuvimos bien parados hemos manejado en defensa y ataque, eso el resultado estaba 1-3 a nuestro favor", reprocha.

"Después sentimos al rival mucho por arriba e intentamos quedarnos con ese resultado, pero no está perdido y tenemos jugadores para remontar", añade, decidido a darle vuelta a la página. "No hay tiempo para pensar si fallaste o no, se puede remontar y seguro América la va a pasar muy mal allá", advierte.

"Después del 3-1 quisieron tener amplitud. Eso ha sido toda la manera como atacaron en la segunda mitad, y por eso tenemos que cambiar esa línea para no dejar de atacar. No hemos logrado eso, es verdad que el equipo todavía no sabe manejar los tiempos, pero eso ya es parte del pasado y ahora estamos enfocados en lo que queremos hacer", comparte.

Enseguida, aplaude al América su mérito, aunque también insiste en el demérito de sus dirigidos, porque "regalaste gran parte del partido, pero eso pertenece al pasado".

Eso sí, sabe que la actuación del silbante le ha perjudicado en algo a sus muchachos: "No quiero hablar de los arbitrajes, pero hay un equívoco en ese gol de Darwin, que va a la cara y no a la mano. Hay que vivir con eso y pensar que aún podemos remontar", dice, porque este Caixinha, revolucionado, quiere convencer a los suyos de que se puede remontar.