Martes, 22 de Octubre 2024
Deportes | Algunos usan sombreros y grandes bigotes postizos o balacas de samurái

Brasileños se unen a los seguidores de México y Japón

Algunos usan sombreros y grandes bigotes postizos o balacas de samurái

Por: EFE

Los aficionados mexicanos y japoneses conviven en un ambiente de fiesta futbolera y dejaron de lado la rivalidad. EFE /

Los aficionados mexicanos y japoneses conviven en un ambiente de fiesta futbolera y dejaron de lado la rivalidad. EFE /

BELO HORIZONTE, BRASIL (22/JUN/2013).- Un significativo número de brasileños dejó de lado las manifestaciones programadas este sábado en Belo Horizonte y se unió a la fiesta de mexicanos y japoneses previa al partido de despedida de ambas selecciones en el estadio Mineirao.

Muchos de los locales llegaron con sombreros y grandes bigotes postizos o con balacas de samurái nipón, para marcar sus preferencias por uno u otro equipo y también vestían camisetas de la Canarinha y de los equipos Cruzeiro y Atlético Mineiro, los dos principales de dicha ciudad.

La bandera verdeamarela se mezcló con las de Japón y México en un ambiente de fiesta futbolera y que por tratarse de un partido entre selecciones eliminadas dejó de lado cualquier rivalidad entre los fanáticos.

El río ''verdeamarillo' ' fluyó en las afueras del estadio, fuertemente custodiado por policías, helicópteros y patrullas, pero la verdadera fiesta la hacían los seguidores del Tri, muchos disfrazados de charros, luchadores y personajes de Chespirito.

Entre abrazos, cervezas, poses para fotografías y gritos de "Viva México", los mexicanos convivían junto a brasileños y japoneses, que más callados, pero en gran número, también participaban en la fiesta.

A pocos kilómetros, una marcha pacífica, de acuerdo con el reporte de las autoridades, avanzaba con la intención de llegar al estadio y pronunciarse contra la clase política brasileña.

La marcha convocada por los movimientos sociales, según apuntaron portavoces de la Policía Militarizada del estado de Minas Gerais, concentró, en su comienzo, unas 6 mil personas y en el camino al Mineirao otras 10 mil se sumaron.

Sin embargo, la Policía Militarizada y la Guarda Civil de Belo Horizonte, con el apoyo de la Fuerza Nacional de Seguridad, un grupo de elite integrado por policías, con el apoyo del Ejército, la Marina y la Fuerza Aérea, cercaron las proximidades del estadio para evitar que la marcha llegara a las instalaciones deportivas.

"No tuvimos ningún problema, todo está bonito y tranquilo y nos sentimos en un verdadero clima de seguridad", contó el empresario Jesús López, quien viajó desde México con su familia para acompañar al Tri en la Confederaciones.

Brasil vive una ola de protestas en más de 100 ciudades, que comenzaron hace una semana en Sao Paulo por el alza de la tarifa de los autobuses.

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