Boca Juniors sigue en crisis

BUENOS AIRES, ARGENTINA.- Boca Juniors tocó fondo en el Torneo Clausura 2010 de la Liga de Argentina al caer como local 2-1 con Rosario Central, resultado que lo deja en la antepenúltima posición de la tabla general y hundido en una severa crisis.  

Adrián de León, al minuto 43, y Milton Caraglio, al 85, consiguieron los tantos del triunfo, mientras Nicolás Gaitán, al 60, había igualado los cartones de manera momentánea en La Bombonera.  

Con este resultado, el conjunto "xeneize" se quedó con 11 puntos en el sitio 18 de la tabla general, mientras los "canallas" alcanzaron las mismas unidades, pero se ubican en el penúltimo escalón.  

La crisis que vive Boca no tiene fin, y a pesar del triunfo 2-0 en el clásico ante River Plate hace unas semanas, su única victoria en los últimos diez duelos, con la de hoy acumula cuatro derrotas en los cinco choques previos.  

El equipo local jugó sin idea en el arranque, lo mismo que los rosarinos, que aprovecharon una de las pocas que tuvieron en el primer lapso y en la recta final abrieron el marcador gracias a De León, quien desvió el balón a un cabezazo de Guillermo Burdisso.  

En el complemento, Boca apretó en busca de la igualada y su rival trató de aguantar la ventaja, lo que no pudo hacer ante un disparo de Juan Román Riquelme, el cual fue rechazado por el portero Hernán Galíndez, pero Gaitán anotó para el 1-1.  

La afición alentó a Boca Juniors para que buscara el triunfo, pero el equipo carecía de trabajo colectivo y las individualidades no pesaban, y para redondear el pésimo momento del equipo, una mala salida del portero Javier García causó un nuevo revés.  

García no salió de manera adecuada y Milton Caraglio anidó el esférico para el 2-1 definitivo y así dar la victoria a Rosario en el debut de su técnico, Leonardo Madelón.  

Para colmo, Riquelme fue expulsado por reclamos al árbitro y se marchó a los vestidores minutos antes que el resto de su equipo, abucheado e insultado por los hinchas en una de las peores crisis del equipo, mientras Rosario aún sueña con evitar la promoción.