Bien hecho

La triste participación de los equipos de la ciudad en el Torneo Apertura provocó un vacío futbolero que el aficionado tapatío buscó llenar, poca identidad encontró en los equipos que disputan la Liguilla por lo que fue en la final de la categoría Sub-17 el reducto encontrado para continuar con su pasión. La chamacada de Chivas y Atlas fue la que terminó dando la cara por la institución, como aderezo la rivalidad deportiva en una versión muy genuina, el medio local terminó por darle un realce poco usual a una final con limite de edad, en la que normalmente jugadores y técnicos trabajan en la sombra del anonimato.

El trabajo en fuerzas básicas es casi siempre materia de discurso de directivos leguyeros que saben que hablando del tema el aplauso esta garantizado, quienes laboran en ese medio saben que es ingrato, mal pagado, poco reconocido, mucha grilla y otras problemáticas, habiendo instituciones en que se trabaje mejor que en otras. Sin embargo, la estructura de fuerzas básicas que tiene el futbol mexicano es buena; tan es así que en un futbol de efemérides en el cual por falta de triunfos resonantes cada año festejamos lo mismo, por ello todos recordamos el titulo de campeones del mundo Sub-17 como uno de los grandes y escasos logros de nuestro balompie.

En las categorías con límite de edad el jugador mexicano ha demostrado que es capaz de jugarle de tú a tú con cualquiera y vencer a cualquier equipo por potencia que sea, desgraciadamente conforme se crece en edad y desarrollo deportivo los vicios que pudren a nuestro futbol frenan y estancan su evolución.

Queda claro que en Jalisco se trabaja adecuadamente en este rubro, se producen buenas camadas de jugadores, algunas con más calidad que otras y los tres equipos tienen buenas políticas para que puedan llegar a la primera división, hay gente competente en la búsqueda y captación de talento, buenos entrenadores y lo más importante materia prima (prospectos de jugadores).

México con sus jóvenes futbolistas es competitivo a escala mundial, si los clubes modifican sus posturas y les abren camino para que debuten antes de los 20 años, dejarlos que se consoliden para que los mejores puedan ser exportados sería ideal. Chivas ha demostrado que es posible, ser un futbol exportador es además un buen negocio. Es con apoyos y no con discursos y reglas que obligan a acumular minutos como se puede encontrar un desarrollo que ayude a un mejor nivel deportivo.

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