Atuendo futbolero

Chivas y su goleador vuelan...

Ganar tres partidos de tres, no es cosa fácil. Meter seis goles en tres partidos, menos.
Es el caso de Chivas y de Javier “Chicharito” Hernández.

La victoria de Chivas sobre Tecos, plagada de circunstancias, revela que el potencial del equipo estaba por encima del aprovechamiento que hicieron de esa posibilidad cuando menos tres entrenadores: Efraín Flores, Paco Ramírez y sobre todo Raúl Arias. Fue lamentable la pérdida de tiempo con un tipo como Arias, que sólo llegó a Guadalajara para llenarse los bolsillos de millones de pesos, por echar a perder el potencial de sus fuerzas básicas.

De seis partidos que ha dirigido José Luis Real, ha ganado cuatro, empatado uno y perdido uno. Hoy es superlíder invicto, con tres triunfos, cero derrotas y cero empates. Por supuesto que esto no es definitivo. Van apenas tres fechas. Ya vendrán algunas derrotas, algunos empates o triunfos apretados y hasta inmerecidos.

Pero lo que no hará nunca será traicionar su propia esencia, que es la filosofía que promulga Jorge Vergara en Chivas. José Luis Real no podría desperdiciar el potencial de los jugadores por la simple y sencilla razón de que él es el origen del futbolista, él los hace en la cantera. El “Güero” es buscador de diamantes. Y cuando los encuentra, los pule con paciencia franciscana y los prepara para el máximo circuito.

Real es un entrenador que llegó al sitio que alguna vez soñó: dirigir a un equipo cuyo plantel fue formado por él mismo. Conoce la historia del 90 por ciento de su plantel. Sabe virtudes y defectos de todos. Y quiere un equipo rapidito, explosivo, ofensivo, de ida y vuelta, con potencia al ataque y con solidez en la defensiva, con tránsito rápido del balón para llegar en el menor tiempo posible a la meta contraria. En ese esquema, por eso le ha costado meter al “Bofo” Bautista, que juega al 50 por ciento de velocidad que el resto de los jugadores. Ese será un problema en el corto, mediano o largo plazo porque el “Bofo” es un capricho del dueño y un verdadero dolor de cabeza para el entrenador porque aunque tiene talento, Adolfo no aporta la cuota de sacrificio ni de velocidad física que requiere el esquema actual de Chivas.

Por el otro lado, el entrenador, la afición y los integrantes del plantel cuentan con la gratísima revelación llamada Javier Hernández, cuya mentalidad le está ganando un lugar en la selección nacional para la Copa del Mundo. Hoy, el momento que vive el “Chicharito” no sólo le merece un puesto en el plantel de Javier Aguirre, sino que quizá hasta la titularidad de la selección pues ni Guillermo Franco, ni Carlos Vela, ni Miguel Sabah ni ningún otro da más sensación de gol que el hijo del “Chícharo” y el nieto de Tomás Balcázar.

Javier Hernández es el mejor delantero del futbol mexicano. Trae el ojo del tigre, la puntería afinada, el hambre del goleador, la ferocidad para disputar la pelota y el instinto homicida latente para matar (sentido figurado) en el área.
Tecos murió de cansancio en el partido de ayer. Ganaba 0-2 y le remontaron a 3-2 porque se le acabó el gas, comenzaron a perder la mitad del campo y en la zona defensiva cometieron más errores de los permitidos. De poco sirvió la gran actuación de Rodrigo Ruiz, generador del ataque y pasador implacable, ejemplo de veteranía digna y de profesionalismo. Tecos suma tres derrotas y en la cara opuesta Chivas llegó a tres victorias.

La alegría de los aficionados presagia un buen torneo, para calificar sin problemas. Lástima que en la parte final del torneo Chivas puede perder a Luis Michel, a Jonny Magallón, a Alberto Medina y a Javier Hernández, por llamados a la selección nacional. Y sin esos cuatro, es muy difícil que Chivas aspire a ser campeón. Pero la alegría que le están dando en este momento a sus aficionados, es una deuda que el equipo tenía con su legión fiel de seguidores.

Y lo del “Chícharo” es punto y aparte. Once goles el torneo pasado y seis en el actual hablan de 17 goles en siete meses. ¿Cuántos goles llevan en ese mismo tiempo el “Guille” Franco, Miguel Sabah y Carlos Vela? Esa pregunta la tienen que responden Javier Aguirre y su cuerpo técnico. Y la respuesta no tiene duda: ninguno.