Atuendo futbolero

* El Atlas y el descenso

Mientras don Ramón Cano Figueroa explotaba con su “¡mil veces arriba el Atlas!”, el siempre recordado Ney Blanco de Oliveira siempre lanzaba la advertencia: “Cuando el Atlas empieza a oler el descenso, se va”.

La preocupación de miles de rojinegros por el equipo es real. La tabla porcentual indica que debajo del Atlas sólo están Querétaro e Indios de Ciudad Juárez.

Tigres, que el torneo pasado inició seis puntos abajo del Atlas, hoy está cuatro unidades arriba, lo que indica que ha recuperado diez puntos en relación a uno de sus rivales en la lucha por la salvación.

De los demás equipos con problemas porcentuales, Jaguares lleva seis puntos más, Tecos ocho más y Puebla nueve más. Y el siguiente, Monterrey, le lleva 20 puntos al Atlas.

El problema del descenso, pues, es real, atemorizante, en ciertos momentos paralizante, sobre todo al observar la inoperancia ofensiva de este equipo que formó Carlos Ischia con toda su experiencia.

Por lo visto ayer ante Pumas, la delantera rojinegra será el principal problema. Miguel Zepeda fue inventado como centro delantero por Ricardo LaVolpe para conseguirle un nuevo contrato en el futbol de primera división, ya que estaba literalmente retirado cuando lo llamó para hacer un Atlas retro, moda 1999. Pero Zepeda no tiene ese olfato de gol que distingue a los goleadores como Villa, Mancilla, Cabañas, el “Chicharito” o Aldo de Nigris. Tampoco tiene el oficio del centro delantero, porque no lo ha sido.

Gonzalo Vargas, otro atacante, se pasó todo el torneo anterior sin hacer un solo gol, luego de que LaVolpe exigiera a la directiva la compra de su carta. La presión de no anotar lo metió en zona de depresión personal, lo que mereció inclusive la atención directiva y la sugerencia de tratamiento profesional. Que un delantero se deprima por no hacer goles debe ser terrible. Para este torneo, se le dejó en el equipo (a Ariel Bogado lo despidieron hace varios torneos porque sí metía goles) y en una posición extraña de volante por izquierda, Ischia quiere sacarle provecho para ver si, llegando de atrás, sin la presión del eje de ataque, puede conseguir un gol que corte su racha de 19 partidos sin anotar. En total lleva ocho meses sin anotar. Su último tanto fue al minuto 15 del partido que perdieron contra el Morelia, en el estadio Morelos, el pasado 2 de mayo de 2009.

Pero a diferencia de Zepeda, al menos el “Turbo” Vargas tiene experiencia como centro delantero, ya que ha jugado en esa posición en el Defensor Sporting de Uruguay. De ahí pasó al Gimnasia y Esgrima de Argentina, luego al Mónaco y al Sochaux de Francia, para luego llegar al Atlas. Inclusive, fue campeón goleador con el Gimnasia de La Plata en el torneo de Clausura 2006 de Argentina, con 12 tantos, por encima de Martín Palermo, el “Tecla” Farías, Ignacio Scocco, Ezequiel Maggiolo y Sergio “El Kun” Agüero.

Gonzalo Vargas tiene que recibir ayuda psicológica para superar este trance de goleador, porque indudablemente que tiene credenciales como para creer que debe encabezar la ofensiva del Atlas, en lugar de aceptar jugar volanteando por izquierda, para no salir del cuadro titular.

El otro atacante, Édgar Pacheco, ha tenido muchos altibajos desde que fue atacado por el dengue en Guadalajara. Paró casi un mes de jugar y desde entonces no recobra su nivel.

Al Atlas le está faltando gol, como se demostró ante Pumas, donde se crearon cuando menos cuatro oportunidades claras que tapó el portero Alejandro Palacios, pero que también erraron los delanteros.

A eso, súmele la buena actuación de Pablo Barrera (otro de los que están peleando su nominación al Mundial de Sudáfrica) y la lamentable actuación del juez central Miguel Ángel Ortega y del asistente internacional José Luis Camargo, que le robaron un penalti al Atlas por una mano intencional de Efraín Juárez que no sancionaron y que el juez de línea marcó en contra, por presunta mano de Vargas, quien anotó y se lo invalidaron. Hasta en eso tuvo mala suerte el “Turbo”.

En suma, la actuación del Atlas ante Pumas es preocupante (todavía no alarmante), porque de visitante le va a costar trabajo sumar puntos. La única condición para que eluda el descenso será su condición de local. Pero vean el calendario para que se den cuenta que el asunto no está fácil. Vendrán al estadio Jalisco, en este orden: Monterrey, América, Indios, Toluca, Tecos, Atlante, Puebla, Chivas y Jaguares. Son 27 puntos, de los cuales, si se obtiene el 80 por ciento, podrían permitir la suma suficiente de puntos para, al menos en este torneo, burlar el terrible fantasma del descenso, que llena de insomnio a miles de fieles rojinegros.