Atentado contra la Selección de Togo

LUANDA, ANGOLA.- Desconocidos ametrallaron el viernes el autobús que trasladaba a la selección de Togo para la Copa Africana de Naciones y se informó que al menos dos jugadores resultaron heridos.

El vicepresidente de la Federación de Futbol de Togo, Gabriel Ameyi, dijo a The Associated Press que seis personas resultaron heridas: dos jugadores, dos médicos, un chofer y un periodista que acompañaba al equipo.

Los jugadores heridos son el arquero suplente Obilale Kossi y el defensor Serge Akakpo, dijo Ameyi. La figura del equipo, el delantero Emmanuel Adebayor, no fue herido, de acuerdo con su club Manchester City.

"Nos ametrallaron como si fuésemos unos perros", relató el delantero Thomas Dossevi, que juega para el Nantes de la liga de Francia.

Entrevistado por Radio Montecarlo, Dossevi describió a un grupo de individuos enmascarados que estaban "armados hasta los dientes".

"Pasamos 20 minutos escondidos debajo de los asientos del bus", añadió.

Algunos de los jugadores expresaron su deseo de retirarse del torneo a raíz del episodio de violencia.

"Se debe boicotear", dijo el volante Alaixys Romao a Infosport, un canal francés de televisión. "No se debe tolerar algo así por un partido de futbol. Lo único que quiero que se pare el torneo y volver a casa".

Su compañero Dossevi coincidió: "No queremos disputar esta copa", dijo a Infosport. "Estamos preocupados por nuestros compañeros. Que te entren a balazos cuando vienes a jugar futbol es algo horrible".

La Copa Africana, con 16 selecciones, arranca el domingo y a Togo le tocaba debutar el lunes contra Ghana en la ciudad de Cabinda.

El equipo viajó en autobús hacia Angola desde la vecina Congo, donde se encontraba entrenando. Apenas habían cruzado la frontera cuando fueron atacados.

Ameyi, quien se encontraba en Togo, dijo que se debió haber viajado en avión en vez de hacerlo por carretera.
Los heridos fueron llevados a un hospital en Cabinda, donde se encuentra la principal zona petrolera del país.

Esa zona se ha visto afectados por la violencia. Grupos defensores de los derechos humanos han acusado al ejército de atrocidades y de actos de corrupción por parte de funcionarios del gobierno, que niega las acusaciones.

El gobierno angoleño le apostó al torneo para mostrarle al mundo que el país ha vuelto a la paz tras décadas de una guerra civil que culminó en 2002.