Sábado, 28 de Septiembre 2024
Deportes | Te presentamos las diversas ocupaciones de los silbantes de la Copa del Mundo

Árbitros de Brasil 2014, desde vendedores hasta bailarines

Te presentamos las diversas ocupaciones de los silbantes de la Copa del Mundo

Por: AFP

Cuando se les ve imponiendo autoridad en la cancha, no se imaginan lo que pasa en sus vidas diarias. ESPECIAL /

Cuando se les ve imponiendo autoridad en la cancha, no se imaginan lo que pasa en sus vidas diarias. ESPECIAL /

CUIABA, BRASIL (18/JUN/2014).- Un farmacéutico 'bailarín', un policía  inglés, un aficionado a la lucha libre, un millonario sueco, un vendedor de  seguros y el propietario de una peluquería desempeñan un papel clave en el  Mundial.

Son las profesiones de algunos de los 25 árbitros que participan en  Brasil 2014.

En el campo todos visten el mismo uniforme, utilizan el silbato para  dirigir los encuentros y, como novedad en Brasil, llevan en la cintura un spray  para marcar las distancias en las faltas.
 
Pero fuera del estadio cada uno de los 25 colegiados adquiere una identidad  diferente, de lo más variada, que muestra el amplio espectro de  posibilidades vitales que tiene el ser humano.  

Observemos por ejemplo a Noumandiez Doue.

Hizo historia en la segunda jornada del Mundial de Brasil al convertirse en  el primer árbitro de Costa de Marfil en dirigir un choque de la máxima  competición de selecciones, la victoria 3-1 de Chile sobre Australia.
 
Farmacopea, ritmo y millones
 
Además de ser uno de los mejores árbitros de África, el marfileño de 43  años es farmacéutico y "aficionado al baile", según sus propias palabras.

Más conocida es la vocación por el arbitraje del sueco Jonas Eriksson,  millonario sueco que dirigió la victoria 2-1 de Estados Unidos a Ghana y un  'clásico' en la Liga de Campeones europea.

El sueco es conocido como "el millonario relajado", debido a su carácter y  a la fortuna de siete cifras (los medios han publicado más de 10 millones de  euros) que tiene después de haber participado en el desarrollo de una empresa  de derechos deportivos. Además fue jugador de futbol antes de convertirse en  árbitro.

Un policía inglés que trabaja en Yorkshire será el encargado de dirigir el  jueves a Colombia ante Costa de Marfil en la segunda jornada del grupo C. Es el  popular Howard Webb, uno de los árbitros más respetados del mundo y que ya tuvo  el honor de dirigir la final del Mundial 2010, en la que España se impuso 1-0 a  Holanda.

Muy criticado entonces por permitir al combinado Oranje emplearse con  violencia, Webb, un 'icono' del arbitraje, con su cabeza rapada, musculatura y  vehemencia en el campo, es comparado por sus colegas con una estrella de  Hollywood.

"Pero por desgracia a ninguno guapo. Dicen que me parezco a Shrek, por lo  que he puesto una foto de él en mi teléfono móvil", dijo Webb a la página de  Internet de la FIFA.
 
Un seguro con silbato
 
¿Un robo en casa? ¿Quiere usted asegurar su coche? Responda sí y su hombre  será el turco Cuneyt Cakir, vendedor de seguros en Estambul y cuya actuación en  el empate sin goles entre Brasil y México del martes fue seguida al milímetro  después de los errores en las primeras jornadas de algunos de sus colegas.

Más espiritual es el perfil del mexicano Marco Rodríguez, encargado de  dirigir el martes la victoria 2-1 de Bélgica sobre Argelia. Tras abandonar su  trabajo como profesor de educación física, se convirtió en predicador  protestante en un templo a las afueras de la capital azteca.

Para las cosas del día a día, si los jugadores necesitan un buen corte de  pelo podrían recurrir al holandés Bjorn Kuipers, que dirigió la pasada final de  la Liga de Campeones entre el Real Madrid y el Atlético (triunfo 4-1 para los  blancos).

Compagina el silbato con su faceta de empresario, ya que es  propietario de un salón de peluquería y dos tiendas de comestibles en Holanda.

No hubo bromas cuando se publicó que el primer colegiado de Gambia que  participa en un Mundial, Bakary Papa Gassama, se dedica en su tiempo libre al  'buri', una modalidad de lucha libre en su país.

"No soy muy bueno, pero me gusta practicarlo como hobby", explica.

Tuvo su momento de gloria en Brasil 2014 el brasileño Sandro Ricci, al  convertirse en el primer juez que concedía un gol gracias a la utilización de  la tecnología para saber si el balón había superado la línea.   

Lejos de pasar por un tipo aferrado a las máquinas declara: "Antes de cada  partido me quito mi anillo y lo beso cuatro veces en honor de las cuatro  mujeres de mi vida; mi mujer, mi madre y mis dos hijas".

Más allá de la inevitable presión, dirigir un Mundial en Brasil tiene  evidentemente sus aspectos positivos.
 
"Cuando quiero dejar todo atrás, siempre voy al mar", declara Nawaf  Shukralla, un investigador de Bahrein.

Y es que no hay que olvidar las palabras del abogado alemán Felix Brych,  famoso en su país por haber concedido al Bayer Leverkusen un tanto que no  entró. "Somos árbitros, pero también somos personas normales".

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