BARCELONA, ESPAÑA (08/FEB/2017).- El delantero del Barcelona Luis Suárez no quiso marcharse a los vestuarios tras ser expulsado en el minuto 90 del partido de vuelta de las semifinales de la Copa del Rey, según denunció en el acta el árbitro del encuentro, Gil Manzano.El colegiado extremeño hace constar en el apartado de 'Otras incidencias' que el punta uruguayo, "una vez expulsado, retrasó su salida del terreno de juego de manera considerable", haciendo "caso omiso" a sus instrucciones y que se quedó junto al banquillo viendo el final del encuentro."Una vez fuera del terreno de juego, permaneció en las escaleras de acceso al túnel de vestuarios observando el partido hasta que éste finalizó, a pesar de que el cuarto árbitro comunicó en reiteradas ocasiones de que debía marcharse a los vestuarios, haciendo nuevamente caso omiso a estas instrucciones", añade en el acta.El Barça recurrirá la segunda tarjeta amarilla de Suárez, por un supuesto codazo a Koke, ya que su expulsión le impediría disputar la final.El charrúa, a la conclusión del partido, quiso dejar claro que no golpeó, en absoluto, al jugador del Atlético: "Ni siquiera ha sido falta. Solo me he girado y parecía que el defensa era lo que quería".Suárez, indignado, prosiguió con un discurso que no le beneficiará a la hora de obtener una resolución favorable cuando el club azulgrana recurra su sanción. "Me río de la expulsión" y "ya sabemos cómo funciona esto", comentó antes de marcharse a la ducha.