Araujo quedó marcado de por vida en Perú

ZAPOPAN, JALISCO.- Los recuerdos le vienen a la mente como flashazos, los cuales le hacen sonreír al revivir los festejos que vivía junto con sus otros 19 compañeros que lograron el campeonato del mundo, en el mundial sub-17 jugado en Perú en el año 2005.

Patricio Araujo, capitán en aquel entonces de la Selección mexicana, fue quien levantó el trofeo que los acreditaba como los mejores del mundo en su especialidad.

“Prácticamente ha sucedido de todo, en cuanto se terminó el campeonato quedamos como personas reconocidas por la sociedad y de ahí a la fecha, se nos dio la oportunidad de integrarnos al equipo de primera división”, dijo emocionado Araujo.

A tres años de la hazaña lograda en Perú, Patricio reconoce que no tenía el grupo conocimiento de lo que habían ganado, hasta que pisaron tierra azteca les cayó un poco la realidad y hoy en día, de esos 20 jugadores que fueron campeones, hay seis que no han debutado, lo cual asegura “Pato”, se debe a la desconfianza que hay en los jóvenes por parte de los jugadores jóvenes.

“Todo era festejos, fueron días de los pocos que se vivirán en mi vida. Me cambio la vida, porque nosotros no sabíamos lo que habíamos logrado, no teníamos en mente la magnitud de lo que conquistamos y una vez que llegamos al DF, la verdad que nos sorprendimos por todo lo que pasaba”.

Omar Esparza, otro de los elementos rojiblancos que también fue campeón del mundo con la selección sub-17 en Perú, dijo que el título del mundo lo marcó de por vida, lo sigue disfrutando, pero le falta consolidare como jugador de primera división.

EL INFORMADOR/Alejandro Ramírez.