Aniversario y frustración

MÉXICO.- Otra tarde de aniversario y frustración. El América no puede ganar en su festejo de un año más de existencia. Otro 12 de octubre sin celebrar con triunfo. El empate ante el Puebla (1-1) ha echado a perder una tarde que de por sí pintaba gris en las tribunas.
Pocos fueron los invitados que llegaron a la fiesta amarilla, a pesar del carnaval que se montó la directiva en el mediotiempo y la promoción que amarró el Clásico para los aficionados que compraron las entradas para el duelo ante los poblanos.
El trabajo de mercadotecnia no ha alcanzado a la mayoría de los seguidores emplumados, quienes se han guardado el gasto que representa ir al estadio para mejores momentos.
El juego respondió a la floja entrada. El Puebla de Mario Carrillo, último técnico que hizo campeón al América, no da para más que el bostezo, y las Águilas, sin Salvador Cabañas, ha tenido una de esas tardes raras del futbol. Alfredo Moreno anota el gol y en el segundo tiempo lo expulsan. Luz y sombra.
Los poblanos amagaron con hacer un mejor futbol al inicio del juego. Álvaro Fernández se encontró solo en el área, con el balón controlado, pero su disparo fue atajado por Armando Navarrete. La falla acabó con el espíritu camotero.
Moreno marcó el tanto americanista a los cuatro minutos de juego. Jugada de rehilete del argentino, quien marcó en semana consecutiva al sacudirse la marca y sacar un derechazo arriba, lejos del guardameta Óscar Dautt. Poste y adentro. Parecía que el argentino rescataba la fiesta.
El América prefirió el manejo de balón para lo que quedó de la primera parte. Durmió el juego, mientras a los elementos poblanos parecían no tener prisa por responder con algo más que aisladas intervenciones.
Para el complemento, la necesidad en la porcentual llevó al Puebla a adelantar líneas. Atacaron con el corazón en la mano y algo de futbol. Walter Peralta se perdió el empate solo ante Navarrete, el camotero puso el esférico en el poste, lo cruzó demasiado. Otro golpe a esfuerzo del equipo de Mario Carrillo, un espectáculo aparte.
Tras la expulsión de Moreno, al 57’, Ramón Díaz respondió con su resto de defensores. Metió a Sebastián Domínguez y Lampros Kontogiannis para cambiar el dibujo inicial (de cuatro) a tres zagueros con sus respectivos carrileros. El “Pelado” Díaz le apostó todo a aguantar y pagó por ello.
Fabiano Pereyra salió de las penumbras de la banca poblana para enfriar el festejo americanista. Minuto 87, el brasileño no tenía mucho en el campo cuando remató certero el servicio de Peralta para igualar el encuentro. Golpe fulminante al corazón de los americanistas, a quienes la frustración les atacó nuevamente, en pleno aniversario, el 92, una fecha maldita.