Ahora sí

Finalmente la actuación que se esperaba del Guadalajara aconteció la tarde del sábado en el Estadio Omnilife que quedó relegada a un segundo término, al igual que muchos otros temas que ya se habían convertido en una verborrea inútil y desgastante, simplemente porque el partido redondo de Chivas no llegaba.

A la luz de los hechos quedó demostrado que cuando se tiene una actuación convincente y se ganan los partidos, todo lo que se hable sale sobrando, esta vez no fue necesario polemizar sobre la superficie de juego, tampoco de nodos viales, ni de abucheos, de los derechos de la afición, debates sobre los puntos de vista del técnico, si el equipo jugó bien y perdió, de empatitis; esta vez el equipo habló en la cancha y no hubo nada más qué decir.

En Chivas había que hacer algo pues la situación ya era muy complicada y las críticas recurrentes ante la falta de gol, los escasos resultados, el poco compromiso y falta de liderazgo de los jugadores importantes a la ofensiva, urgía un rebulsivo que se buscaba por todas las formas, y en ninguna se encontraba. En una medida que bien podría interpretarse como desesperada José Luis Real le apostó a la chamacada y dejó en la banca a las presuntas figuras con el resultado puesto; tenemos que decir que la jugada al “Güero” le salió de billarista. Un detalle no menor, Chivas arrancó el encuentro con siete jugadores que suman para la regla de menores, De Luna, Esparza, Araujo, Báez, Gallardo, Mora y Torres; y de los convocados contra Pachuca sólo el “Bofo” no es formado en la institución.

Independiente de las claras deficiencias y limitantes del Pachuca, el “Rebaño” las aprovechó a cabalidad, los chavos le dieron una mucha mayor dinámica a la ofensiva rojiblanca contagiaron a Alberto Medina, quien tuvo una gran actuación que el propio “Venado” se debía y la remató con un magnifico gol. El público con aplausos se lo reconoció, Érick el “Cubo” Torres, sin ir a Colombia, ya se adueñó de la titularidad relegando a Omar Arellano y Michel Vázquez a la banca; a los debutantes Antonio Gallardo y Jorge Mora no les incomodó vestir la camiseta rayada; el hijo de Octavio Mora marcó esta semana más goles que el “Bofo” en un año.

Todo lo anterior es simplemente para establecer que el triunfo de Chivas, y cómo se produjo, es justamente lo que se necesita para que todo se solucione, si el Guadalajara sigue la senda ganadora, la gente va a ir al Omnilfe y lo va a apoyar; como el sábado, la afición quiere que su equipo se entregue, juegue bien y gane, si es goleando mejor.

Pero atención, porque el triunfo sobre el débil Pachuca, por si solo, no basta, se debe crear conciencia que difícilmente Chivas se volverá a encontrar a un rival que le de tantas ventajas; falta mucho para poder quemar inciensos y tronar cohetes, ante los Tuzos, las huestes de Real ya vieron por dónde va el camino, pero hay que tener mucha prudencia y ¡no inflar a los jóvenes! ni creer que ya son la solución 90 minutos son muy pocos para sacar conclusiones.

Del resto de la jornada siete patético lo de Estudiantes en la cancha y fuera de ella la “‘Chelís’ novela” tuvo un final absurdo, falto de coherencia, por lo que se vio en cancha en donde el Atlante debió salir con una mejor renta; lejos de irse satisfecho por la actuación y triunfo de su equipo Miguel Herrera se fue furioso por lo magro del marcador y la displicencia de sus pupilos, ¿qué vio “Chelís” tan relevante en su equipo para dar marcha atrás tan fácilmente a su decisión de dejar el cargo si perdían? Tercera derrota consecutiva de Estudiantes y también de Atlas, con errores arbitrales que perjudicaron a los Zorros, quienes cayeron con Cruz Azul 2-1 con gol en tiempo de compensación.

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