Miércoles, 18 de Septiembre 2024
Deportes | Cánticos y alegrías

Aficionados celebran en El Ángel pese a la lluvia

Terminan ensopadas alrededor de ocho mil personas que festejaron el triunfo de los juveniles

Por: EL INFORMADOR

Miles de aficionados acudieron al Ángel de Independencia, el punto de celebración en la Ciudad de México. MEXSPORT  /

Miles de aficionados acudieron al Ángel de Independencia, el punto de celebración en la Ciudad de México. MEXSPORT /

CIUDAD DE MÉXICO (11/JUL/2011).- Lluvia de alegría. El agua del oscuro cielo de la ciudad de México festejó junto con miles de capitalinos el triunfo de una Copa del Mundo. Un triunfo Sub-17.

Suficiente motivo para festejar alrededor del Ángel de la Independencia, pese a la inclemencia del cielo.

Las toneladas de agua pluvial bañaron a alrededor de ocho mil aficionados, gustosos por celebrar un segundo triunfo del Tricolor en escasos días. Si hace un par de semanas fue por la Copa de Oro; ahora, el espíritu de fiesta se debió al Mundial para menores, conquistado a Uruguay en terreno tricolor.

Esta vez, las banderas mexicanas no fueron las de mayor venta. Impermeables verdes, blancos y rojos fueron el éxito de vendedores que, resignados, guardaron los mojados lábaros patrios para septiembre.

Jóvenes, en su mayoría, aprovecharon las vialidades cerradas de Paseo de la Reforma y las expropiaron con cánticos, gritos y juegos en diversas fuentes, surgidas ante el mal servicio de desagüe de alcantarillas capitalinas.

“¡México, México, México!”. El grito de guerra de la Selección Nacional se esparció en el preludio de una larga noche de celebraciones. Camisetas verdes, pintura en la cara, paliacates patrios y vendas médicas.

Pies mojados. La insensibilidad en las extremidades de los presentes en el Ángel era evidente. Y es que, la lluvia nunca cesó. Algunos optaron por los esquites calientes, otros por el café burgués y, unos cuantos, aparecieron botellas de vidrio con aroma etílico.

“Foto, foto, foto”... y de inmediato, miles de personas posaban en lo que iba a ser la instantánea de dos o tres personas con el Ángel en el fondo. Eran los casaretratos. Una broma de las miles que se hicieron.

El “Cielito Lindo” se entonó con sentimiento. Pechos erguidos, como pocas veces. Apenas el segundo festejo de salir campeón en una Copa Mundial organizada por la FIFA.

Apareció el ruido de una motocicleta en pleno núcleo de los festejos. Un infiltrado vehículo motor superó los anillos de seguridad de los granaderos y empezó a dar vueltas alrededor del Monumento a la Independencia, con una estela de aficionados corriendo atrás del imprudente motorista, amparados bajo el grito de “México, México”.

“¿Y dónde están, y dónde están? Los uruguayos que nos iban a ganar”, otro cántico de guerra recordando a una “garra charrúa” que, por lo menos en el césped del Azteca, nunca apareció.

La húmeda noche tricolor avanzó con más agua entre los aficionados. De las esquinas del Ángel brotaron piscinas propicias para aventar el agua a todos. Poca importancia tuvo, si se trataba de líquido con tono grisáceo.

Llegó la batucada. “íDaaale Méeexico, daaale ohhh!”. Cánticos de patente Puma se escucharon de aficionados con algunas camisetas auriazules. Pero a este grupo se unieron hasta los de camiseta azul, crema o rayada.

Horas nocturnas de pláticas alegres con la mención de nombres como Espericueta, Fierro, Gómez, Gutiérrez. Los culpables de la lluvia de festejos.

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