Viernes, 29 de Noviembre 2024
Deportes | La clavadista vive su segundo aire en la disciplina que dejó a las 19 años

Adriana Jiménez va por más en clavados

La clavadista vive su segundo aire en la disciplina que dejó a las 19 años

Por: EL INFORMADOR

El cenote Ik Kil, lugar donde se llevó a cabo la competencia está localizado en el área de las ruinas mayas de Chichén Itzá en Yucatán. ESPECIAL / Red Bull Cliff Diving

El cenote Ik Kil, lugar donde se llevó a cabo la competencia está localizado en el área de las ruinas mayas de Chichén Itzá en Yucatán. ESPECIAL / Red Bull Cliff Diving

IK KIL, YUCATÁN (17/OCT/2014).- Tiró la toalla en el mundo de los clavados a los 19 años de edad, cuando vio que todas sus posibilidades de clasificarse a los Juegos Olímpicos de Atenas en el 2004 desaparecieron, justo cuando vivía su mejor momento y se perfilaba a ser una de las mejores exponentes de esta disciplina en México.

"Como tenía 19 años no analizaba muy bien el asunto, quité el dedo del renglón y decidí cambiar de aires" dice Adriana Jiménez, quien 10 años después vuelve a probar las mieles de los que es lanzarse desde una plataforma y terminar cayendo en aguas naturales o en fosas.

Ahora, 10 años después de aquella decepción, ella toma un segundo aire practicando esta disciplina deportiva y lo hace en plan grande, pues ha logrado conseguir buenos resultados dentro de la serie mundial de clavados de altura Red Bull Cliff Diving, que vive su última fecha del año en el cenote Ik Kil en el estado de Yucatán, etapa en la que Jiménez consiguió el segundo sitio de la rama femenil.

Originaria del Distrito Federal, Adriana se inició en el mundo de los clavados desde hace exactamente 20 años (cuenta con 29 años de edad), cuando practicaba natación en la alberca olímpica 'Francisco Márquez', de la capital del país. "Mi mamá me llevó a hacer la prueba de clavados, entrenaba martes y jueves durante una hora y después ya era practicar toda la semana", relata.

Posteriormente, a los 13 formó parte de un equipo infantil y juvenil en el que también estuvieron figuras como Paola Espinosa, Rommel Pacheco y Laura Sánchez, todos ellos a cargo del entrenador Francisco Rueda.

Sin embargo, en el selectivo para formar parte de la selección nacional de clavados que competiría en los Juegos Olímpicos de Atenas en el 2004, a Adriana se le negó la oportunidad y decidió darlo todo por terminado en esta disciplina, pasando a estudiar la licenciatura en Administración del Deporte.

Pero todo cambió años después y ahora se dedica de lleno a los clavados de altura, que en el caso de las damas, el salto tiene un límite de altura de hasta 23 metros. "Viene una invitación muy inesperada por un amigo mío, pues una compañía de Europa necesitaba a una mujer para montar un show de clavados. Se trataba de hacer cosas sencillas, alturas de tres, cinco y diez metros, entonces me dije ¿por qué no? Quiero viajar, quiero conocer otros lugares y también quiero cambiar de aires; de ahí empezó la inquietud de volver a esto", recuerda Jiménez.

Fue platicando y viendo competir a Jonathan Paredes, mexicano que también está dentro de este serial, que se convenció de adentrarse al mundo de los clavados de altura. "Lo vi competir en Barcelona y ahí fue donde me dieron las ganas, me motivó y el ver a Anna Bader, a Ginger Leigh me dije que me encantaría compartir algo así y darme un segundo chance como atleta".

Sobre su regreso a los clavados, Adriana reflexiona: "La vida siempre da segundas oportunidades y siempre me guardé esa espinita que tenía clavada de que no di mi máximo cuando me retiré, me retiré muy joven y ahora me siento un poco más madura, más responsable y disciplinada(...) me hacía falta eso".

Ahora, la capitalina apunta hacia nuevos horizontes dentro de este mundo de los clavados de altura, sobre todo al confirmarse que formará parte de la alineación regular de este serial el próximo año, además, tiene en mente prepararse para los eventos de la Copa del Mundo y para el próximo Mundial de Natación, a realizarse en Kazan, Rusia, en el siguiente año, para ello cuenta con el apoyo y la buena comunión con su entrenador José Antonio Martínez.

Pero hay un objetivo más claro para Adriana dentro del mundo de los saltos de altura: "el objetivo más importante es disfrutarlo y convencerme y sonreír porque esto es lo que me gusta".

EL INFORMADOR / ALAN RODRÍGUEZ

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