* Santo remedio

El remedio -santo remedio- para los males del Guadalajara actual, es relativamente sencillo. Otra cosa es que no lo venden en las boticas.
Si la enfermedad es la misma que sufría el América en las primeras jornadas del Torneo de Clausura, la medicina es la misma: las victorias. Y si Carlos Reinoso da por hecho que los seguidores de su equipo regresarán a los estadios cuando recuperen la fe en él, otro tanto podría decir José Luis Real con respecto a las “Chivas”... a condición de que también éstas se reconcilien plenamente con la victoria.
Después de todo, sigue siendo cierto que “Una golondrina --el triunfo del sábado pasado frente al Atlante-- no hace verano”.

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En el torneo mexicano, a diferencia de lo que sucede con el español, por ejemplo, sigue siendo cierto que “cualquiera le gana a cualquiera”. Aunque ya es un lugar común tildarlo de “mediocre”, desde que alguien lo hizo y corrió a reivindicar las etiquetas de valiente y claridoso, lo cierto es que resulta mucho más atractivo que otro en que sólo hay dos protagonistas --o menos...--, y en que los demás equipos asumen a priori su calidad de relleno del pastel. Allá hay un 95% de probabilidades de que el Barcelona sea campeón, un 5% de que lo sea el Real Madrid (una historia que se repite casi invariablemente cada año, aunque ocasionalmente los roles se inviertan)... y ninguna de que surja, de entre la multitud de “extras”, un tercero en discordia.

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Aquí, por ejemplo, por lo que se vio el domingo en Toluca, aún puede ser que el Atlas recupere la prestancia y la solvencia que le permitió iniciar el actual certamen como el primer “fugado”, si se permite la analogía con el ciclismo.
Si la derrota de la cuarta jornada ante el América pudo explicarse por los errores defensivos que propiciaron los goles en un marco y la pifia ofensiva de Alférez que malogró un “gol hecho” en el otro, el desempeño y el resultado del domingo resultaron promisorios...
Ya se verá el sábado, ante un Santos Laguna que seguramente vendrá con la consigna de endosarles la factura de los platos que los “Tigres” fueron a romper el sábado en la nueva casa de los “Guerreros”, si era verdad o no el rostro que los rojinegros mostraron en sus primeras apariciones del certamen.