* Riesgos

La incipiente historia del “Cubo” Torres como proyecto de goleador (lo que fueron, en su momento, Omar Bravo y el “Chicharito” Hernández) y proyecto de ídolo por excelencia del Guadalajara (lo que fue el “Bofo” Bautista), implica, sin embargo, sus riesgos...

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Podría comenzarse por la advertencia de que “una golondrina no hace verano”. (Los panegiristas del joven atacante tendrían, en apariencia, el revire a la mano: “No se trata de una golondrina aislada: ¡ya van varias...!”).
Podría continuarse con la advertencia que hacía, desde su época, el maestro Justo Sierra: “El incienso de la adulación acaba por tiznar al ídolo”. (La respuesta, también en este caso, parece fácil: el “Cubo”, hasta ahora, conserva la humildad que tuvo cuando llegó al equipo. Además, hay indicios de que tiene un entorno familiar y, por ende, una formación similar a la que tuvo el “Chicharito”; es decir, un ámbito propicio para evitar que el canto de las sirenas lo haga perder piso).

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Un riesgo más dependería de factores totalmente ajenos al propio jugador y a quienes lo rodean, tanto en el equipo como en su familia: los cuidados que le dediquen en la cancha, en lo sucesivo, sus adversarios. Los rivales aprenden. En el caso, es seguro que los próximos rivales del Guadalajara (Necaxa, América, Toluca, Santos Laguna, Cruz Azul y Monterrey, en la recta final del actual Torneo de Clausura) estarán tomando nota de sus fortalezas, para intentar aplicarle los correspondientes antídotos... y deseando que muestre, frente a ellos, sus debilidades.

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El riesgo mayor, sin embargo, puede ser que el “Cubo” siga los pasos del “Chicharito”... Es probable que, ahora mismo, los “buscadores” de varios equipos del Primer Mundo --futbolísticamente hablando-- ya le hayan puesto el ojo, y que a la primera oportunidad, en cuanto tengan indicios razonables de que se trata de una promesa en toda forma y no de una simple llamarada de petate (espectacular, pero efímera), le tiren, a base de dólares, el correspondiente pial.
Si esto último llegara a suceder --algo que sería absolutamente deseable--, la cantera del Guadalajara podría preciarse de haber sacado, en muy poco tiempo, un par de figuras de talla internacional...
Eso sería lo bueno. Lo malo... que el beneficio mayor no sería tanto para la institución que lo formó, sino para quienes eventualmente se lo lleven a madurar como futbolista en otras latitudes.