* Recoger varas

Fue brutal el contraste...
Por una parte, la difusión del resultado --en manera alguna sorprendente-- de una encuesta de la casa Mitofsky: “El Guadalajara es el equipo más popular de México.
Por la otra, el enfoque de la prensa deportiva al aspecto sobresaliente del encuentro amistoso de las “Chivas” contra el Red Bull de Nueva York, en el que se precia de ser --y lo es, seguramente-- el mejor estadio del país: más que el resultado (victoria por 3-2, tras estar abajo por 2-0), la desolación en las tribunas.

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Fue, en efecto, una entrada digna de un velorio de pobre. E indigna, por ende, del equipo que presume, a los cuatro vientos, sus principales timbres de orgullo: primero, la integración de su plantel, a base, exclusivamente, de jugadores mexicanos; segundo, su colección de títulos de Liga: la mayor en la historia del futbol profesional en el país; tercero, el arrastre arrollador del “Rebaño Sagrado” entre los aficionados al futbol.

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De las razones para que los simpatizantes del Guadalajara se alejen del equipo, ya se ha hablado hasta la saciedad en los últimos meses...
Hace un año, el idilio estaba en su apogeo. El Guadalajara del inicio del anterior Torneo de Clausura 2010 (rebautizado como “Bicentenario”, por la efeméride consabida) hizo historia al hilvanar ocho victorias consecutivas... Empero, como unos tiempos traen otros, después de aquellos, “de tirar cohetes”, vinieron otros, “de recoger varas”...
La salida de un solo jugador de aquel equipo, como ya se ha dicho varias veces, hizo la diferencia: con el “Chicharito” Hernández en sus filas, el Guadalajara parecía capaz de comerse la lumbre a puños; desde que Javier se fue --con todo y sus goles, por supuesto-- al Manchester United, su equipo de origen anda por ahí dando más lástimas en el vecindario que alegrías a sus legiones de devotos.

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La competencia --la gente del Atlas, en concreto-- les reprocha su infidelidad: “Sólo están con su equipo en las maduras”. (Lo dicen con la autoridad moral de su doctorado en fidelidad... en las duras).
El añejo lema de los seguidores del equipo, al parecer, ha cambiado en función de los resultados indignos de su historial...
Antes, a mucha honra, era “Soy Chiva... y qué”.
Ahora es (por lo que se aprecia en las tribunas... y lo seguirá siendo hasta nuevo aviso)  “Soy Chiva... pero no ejerzo”.