Lunes, 25 de Noviembre 2024
Deportes | Por Jaime García Elías

* Pitos... y flautas

Por Jaime García Elías

Por: EL INFORMADOR

El partido de Chivas contra Tigres no dejó nada en el paladar ni en la memoria de la concurrencia. E. PACHECO  /

El partido de Chivas contra Tigres no dejó nada en el paladar ni en la memoria de la concurrencia. E. PACHECO /

Hace una semana, Guadalajara y Atlas estaban, en sus respectivos grupos, en lo que convencionalmente se conoce como “zona de clasificación”: si la fase regular del Torneo de Clausura hubiera terminado entonces --hipótesis químicamente pura, dicho sea de paso--, ambos hubieran pasado a la “liguilla”...
Hoy, a raíz de sus altibajos, uno y otro están --como dice la canción-- “con las manos vacías”.

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El del sábado, en el “Templo Mayor” del “Rebaño Sagrado”, fue un partido que no dejó nada en el paladar ni en la memoria de la concurrencia. Lo único rescatable --concuerdan las crónicas-- estuvo a cargo del público, incluidos tirios y troyanos.
“Chivas” y “Tigres”, en efecto, se confabularon para registrar la mejor entrada para un partido de Liga en lo que tiene de vida ese estadio. En compensación, el partido resultó lamentable.
“Nul” (nulo), llaman en Francia a los empates. El vocablo quedaba a la medida para lo que dejó, como espectáculo, el duelo entre un Guadalajara impotente --aunque repitió la alineación que dos semanas antes le permitió lucir y aplastar al Pachuca-- y unos “Tigres” que encarnan la contrafigura de la filosofía que Carlos Reinoso cacarea desde que comenzó su actual era como timonel del América...
Mientras el técnico chileno sostiene que es preferible perder por 4-3 que empatar a cero, “Tuca” Ferreti --la personificación misma del pragmatismo y la tacañería; la antítesis del romanticismo en el futbol-- sabe, como buen avaro, que empatar a cero deja un punto... y que perder, con cualquier marcador, no permite “sumar” en el tabulador.

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Fiel a su espejo diario, por su parte, el Atlas fue a dar, como visitante del Puebla, la de arena correspondiente a la de cal que había dado una semana antes, al vencer al campeón Monterrey en el Estadio Jalisco.
Dos graves errores defensivos regalaron a los poblanos los goles con que se escribió la historia. Pinto, en el marco, se convirtió en el mejor jugador atlista merced a los lances que impidieron que la derrota se escribiera con cifras escandalosas...
Se habla, hasta ahí, de pecados y aciertos de los integrantes del cuadro bajo rojinegro. Porque, de la mitad del campo hacia el frente, el Atlas --ayer con Moreno como otras veces con Costly en el eje del supuesto “ataque”-- simplemente no tuvo argumentos para aspirar a nada.

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