* Monedita de oro

Para evitar el ocioso ejercicio de espulgar la lista de la Selección Nacional --en el caso, de la inaugural de la “era” de “Chepo” de la Torre como cabeza visible--, habría que decir que la única manera de lograr un consenso amplio a favor de los jugadores designados, sería un especie de referéndum: una consulta pública, a partir de todos los candidatos posibles (alrededor de 500 en una liga como la mexicana), y una depuración gradual, hasta dar con el grupo definitivo.
Es posible que los aficionados, en su mayoría, la aceptara como lo que sería: el fruto de un ejercicio democrático. Pero es casi seguro que habría un gran inconforme: el técnico nacional, precisamente.

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El asunto tiene tanta lógica como que el entrenador nacional --“Chepo”, en el caso--, por una parte, debe tener sus propias ideas y sus propios gustos. Entre las primeras son primordiales las enseñanzas que, como hombre de futbol, debieron dejarle las experiencias que vivieron sus antecesores en el cargo. (Se supone que un hombre inteligente, en efecto, sabe experimentar en cabeza ajena). En cuanto a los segundos, así como dicen que cada maestrito tiene su librito, cada entrenador tiene su propia idea sobre las características del equipo que pretende armar, en función de las exigencias de las competencias en que deberá participar... y de las peculiaridades de la materia prima disponible.

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Y algo fundamental: el técnico nacional sabe, sin necesidad de que nadie le lea la cartilla, que el juicio de la historia con respecto a su desempeño, será directamente proporcional al éxito o fracaso de su gestión.
En esas condiciones, si lo que al final de la película irá de por medio será su prestigio profesional, necio y mentecato sería el responsable de una Selección Nacional, sometida en cada uno de sus exámenes al juicio de millones de supuestos expertos, que, tratando de ser monedita de oro, se dejara llevar por las opiniones que sus decisiones pudieran generar.

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En lo que empiezan a generarse los primeros resultados de la nueva era del “Tri”, el Atlas-América de esta noche, con el primero en calidad de líder invicto del torneo casero --algo inaudito en lo que va del siglo-- y con el segundo estrenando entrenador, promete ser uno de los encuentros más atractivos de la jornada.
A cruzar los dedos... y a decir “Así sea”.