* Duras... y maduras

Es seguro que los mentores del “Chicharito” Hernández, desde que empezaron a darle las sabias recomendaciones que hasta ahora le han permitido avanzar con firmeza en la carrera hacia el éxito en el peculiar mundillo del futbol, lo prepararan para lo que ahora mismo está viviendo...
--En este oficio --le habrán advertido--, a veces se gana... y a veces se pierde.

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“El Muchacho de la Película” del futbol mexicano desde el Mundial de Sudáfrica 2010, cuando se exigía que Javier Aguirre retirara los blasones de titular, por declaradamente inoperante, al Guille Franco, en beneficio de Javier, pero especialmente desde que éste emigró al Manchester United y mostró la estatura futbolística necesaria para jugar en las ligas mayores del esférico, tuvo su Waterloo la misma noche del bautizo de fuego de “Chepo” de la Torre como técnico nacional...
La victoria del “Tri” en el amistoso sobre Bosnia y Herzegovina, eclipsó un tanto la calificación del “Chicharito” en el desempeño individual. Javier tuvo tres pifias, del género de las escandalosas (y de la especie de las imperdonables, según se infiere de los comentarios más recientes), en ese encuentro: perdió dos goles “hechos”, cuando estaba solo ante el arquero rival, y se dejó comer el mandado al entregar el penalti --que pidió tirar-- hacia la izquierda del guardameta; para su fortuna, el rechace de éste quedó dividido entre el propio “Chicharito” y un zaguero; para su fortuna, también, éste se anticipó por una fracción de segundo, y chocó el balón hacia el arco; para su fortuna, finalmente, el arquero reaccionó en cámara lenta y alcanzó la pelota cuando ésta había traspuesto la raya trágica.

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“Genial”, “maravilloso”, “extraordinario” y quién sabe cuántas lindezas más en las jornadas en que ha aportado contribuciones significativas a los resultados que tienen al Manchester United en la cima de la Liga Premier y con vida en la Copa Inglesa, el “Chicharito” tiene que aguantar vara, ahora, con los epítetos que se le dedican a raíz de los pecados que cometió en el partido de media semana, enfundado en la camiseta verde: desde “inflado” hasta “mamarracho”, pasando por algunos impublicables.
Moraleja de la historia: paciencia, Javier: ya se verá cómo los mismos que ahora vociferan por las duras, se cambiarán de chaqueta para ser los primeros en ponderar las maduras, con poco que soplen --como seguramente soplarán...-- vientos me