* Dos golondrinas...

Una golondrina --dicen-- no hace verano. Dos, tampoco...
Resulta prematuro, pues, dar por sentado que las cosas que se ven cuando se han disputado apenas dos jornadas del Torneo de Clausura 2011, vayan a prevalecer por tiempo indefinido. Más concretamente, que el campeón Monterrey se haya desinflado y vaya a seguir dando tumbos semana tras semana, o que Atlas y San Luis vayan a continuar tumbando caña, poniéndoles el cascabel en el pescuezo no sólo a gatos, como hasta ahora, sino a ocelotes, gatos monteses, panteras, leones, tigres y demás fauna que se cruce por su camino.

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En el caso del Guadalajara, lo mismo: los empates hilvanados en las entrevistas ante Puebla y Morelia, confirman las previsiones de los observadores: en su línea ofensiva hay más dudas que certezas; Arellano, el “Venado” Medina y el “Bofo” Bautista han sido, en general, a lo largo de su carrera --y ninguno de los tres, hoy por hoy, puede considerarse un novato o asegurar que almacena en las piernas más futuro que pasado--, más promesas que realidades.
Con Bravo en el ocaso de su carrera de artillero --y, además, ausente--; con los goles del “Chicharito” Hernández al servicio del Manchester United; con Vázquez muy verde para la responsabilidad, el “Rebaño” carece de una presencia verdaderamente ofensiva en el ataque, y parece más destinado a la medianía que al protagonismo en el incipiente certamen.
Sin embargo, tampoco sería de justicia cancelar, ya desde ahora, la posibilidad de que resurja de sus cenizas alguno de los que hasta ahora han dado señales de ser cartuchos quemados... o que surja de su cantera, como de la chistera de un prestidigitador, una reedición del citado “Chicharito”.
--Sería un milagro --aventuran unos.
--Sí... pero Dios es Chiva --recuerdan otros.

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Monterrey --campeón defensor--, Santos Laguna, Toluca y Cruz Azul son equipos acostumbrados a robar cámara en las competencias domésticas. Además, conservan elencos integrados por jugadores que ya han demostrado su solvencia. Es previsible, por tanto, que a la mayor brevedad enmienden el camino...
No así el América. A despecho del aparato publicitario que lo respalda, el cuadro capitalino acumula ya varios torneos de mediocridad declarada. Por ahora, ni aporta señales de mejoría sobre la cancha, ni da señales de tener en sus filas la materia prima que, como ahora se estila decir, “marca diferencias”.