* Chivas flacas

El Guadalajara clasificó de carambola. El Atlas..., ni eso.
Queda vida la esperanza de que las “Chivas” hagan en la “liguilla” lo que no consiguieron hacer con la regularidad deseable en la etapa clasificatoria. Anima esa esperanza el consuelo de que la historia demuestra que, en un campeonato que se rige por un sistema de competencia como el que por razones comerciales se ha mantenido en México desde hace años y felices días, no siempre --ni necesariamente-- gana el mejor.

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Confiar, como hicieron algunos, en que el Atlas podría verse favorecido por una combinación de resultados para prolongar su permanencia en el baile, era poner el destino en manos del azar. Esperar, como hacían otros, que los rojinegros realizaran la hazaña por méritos propios, ganando como visitantes de los “Tigres”, era esperar un milagro.
Una vez que la realidad puso sus expectativas en su lugar, los más honestos simpatizantes de la causa aceptaron que fue mejor así: que el Atlas actual --cuyos dirigentes se pusieron como meta eludir el descenso-- no tiene méritos para participar en el verdadero campeonato, ni reúne los requisitos para que se le tome en serio como protagonista del mismo.

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El Guadalajara, que entró a la “liguilla” sin querer, con un boleto caído del cielo, tuvo tres facetas en la temporada regular: la primera, absolutamente incierta, con una victoria (sobre Atlante) y seis empates (ante Puebla, Morelia, San Luis, Pumas, Tigres y Atlas) y dos derrotas (ante Estudiantes y Jaguares) en las primeras once apariciones; la segunda, promisoria: cuando ligó victorias sobre Querétaro, Necaxa, América y Toluca; la tercera, marcada por el empate ante Cruz Azul y las derrotas, ambas en casa, ante Santos Laguna y Monterrey (desdibujadas caricaturas, por cierto, de los equipos que fueron finalistas en el torneo anterior)... incierta nuevamente.
En el aspecto defensivo, desdibujado y errático al extremo de lo patético, como se vio el sábado pasado; en el ofensivo, a expensas del trébol de cuatro hojas que Marco Fabián aportó desde que reapareció en las alineaciones tras una prolongada estancia en la banca, el Guadalajara --aferrado hoy por hoy al tópico de que “la ‘liguilla’ es otro campeonato, en el que no cuenta lo que se hizo para llegar a ella”--, salvo prueba en contrario, nada ha hecho para suponer que ya salió de una nueva época “de Chivas flacas”.